Nada por aquí, una carta por allí. Nada por aquí, y, de repente, muchos pañuelos por allí. Nada como los grandes clásicos de la magia para atraer a un numeroso público a pesar de que los gorros, las bufandas y los guantes casi convertían en muñecos a los niños que se arremolinaban en torno al escenario de la plaza San Francisco. Allí, de la mago de la compañía bosnia Sasha & Connie dio comienzo el festival de magia Zaracadabra que saca el ilusionismo y la magia a la calle para maravillar a todo el público.

DEL PAPEL AL GORRO

Lucas no paraba de bailar al ritmo de la música junto a Sasha hasta que, de repente, a pesar de seguir los mismos pasos que el mago, vio como su papel no se convertía en un gorro. No parecía importarle mucho a simple vista pero la curiosidad le podía intentado escudriñar en un nuevo intento qué había fallado. ¿Cuál había sido el problema? Lo más probable es que todavía esté dándole vueltas el niño Lucas después de ver como su papel, cogido esta vez por el propio Sasha, se convertía en un bolso en apenas un segundo. Cosas de la magia.

Esa que hace viajar un cinco de tréboles desde la mano de una voluntaria hasta un papel (impoluto hacía apenas cinco minutos) de un sufrido padre madrileño que pasaba por allí. O aquella que, ante las bocas abiertas de los niños, consigue sacar metros y metros de algodón de la boca del mago bosnio. Y es que ni el viento ni las bajas temperaturas deslucieron un espectáculo que si bien amenazaba con ser gélido, pronto cogió velocidad de crucero al ritmo que marcaba la música de C'est la vie que atronaba por los altavoces

HORA DEL VERMÚ

No parecía querer irse de la escena el bosnio ante los aplausos del público pero todo llega a su fin. Hasta la magia. Aunque sea momentáneamente. Eran las 12.30 horas, la hora del vermú y el arranque de este Zaracadabra, dirigido por Ismael Civiac (de la compañía aragonesa Civi Civiac) había sido solo un aperitivo de media hora de lo que todavía quedaba por vivir durante el día como la sorpresiva actuación de la Funny Magic Creepy Show en el Centro Comercial Independencia o la masiva segunda representación de Sasha & Connie en una abarrotada plaza del Pilar. Dieciocho magos pasarán por la capital aragonesa hasta el próximo lunes en una edición (la tercera) en la que la presencia internacional "es la de más calidad y numerosa de la historia de la cita", indicó Ismael Civiac. Y es que, desde el 2012 que arrancó este festival, ha logrado consolidar una oferta de magia en la ciudad que sigue creciendo año tras año. Buena prueba de ello es la apertura de una de las sedes de esta cita, El sótano mágico. Zaragoza (y Aragón) es una tierra que ha dado grandes magos a la historia y que sigue produciendo y exportando talento como es el caso, por ejemplo, de Javi el Mago, por mencionar solo alguno.