En su cuarto largometraje, la recién estrenada Inside, el director sevillano Miguel Ángel Vivas se atreve con la adaptación de la brutal e insana Al interior (2007), obra de culto de los franceses Alexandre Bustillo y Julien Maury sobre una mujer desquiciada dispuesta a arrancarle a una joven embarazada el hijo que lleva dentro. El director de Secuestrados (2010) y Extinction (2015) relata la misma historia, aunque aligera el tono demente del original.

-Adaptar una película de terror de culto es un ejercicio de riesgo. ¿Qué le llevó a aceptar el reto?

-Cuando me propusieron hacer la película me dio bastante vértigo y lo primero que pensé es: «¿Dónde te vas a meter? Ten cuidado». Pero leí el guión y, tras pensarlo con bastante calma, vi que era una gran oportunidad de probar, experimentar y jugar, cogiendo una historia muy bestia, muy animal, y haciendo algo menos oscuro y más trepidante.

-¿Nunca le preocupó qué opinarían los fans de ‘Al interior’?

-Yo sé que los más militantes van a odiar mi película. De hecho, la odian ya sin haberla visto [sonríe]. Yo solo les digo que la vayan a ver, que Inside no es tanto un remake como una adaptación. Lo que he hecho ha sido tomar la idea original para hacer algo completamente diferente porque Al interior ya era perfecta como era. Mi mejor homenaje era dejarla en paz.

-Su película es mucho más accesible que la de Bustillo y Maury. ¿Siente que la ha diluido?

-El original es una película muy de festival, pero muy complicada para ser exhibida en salas comerciales. Es demasiado brutal y sanguinaria. Mi versión es más apta para verse en cines. Decidí alejarme del terror brutal y me incliné por el thriller trepidante: sumergir al espectador bajo el agua, no dejarle respirar. Compuse la película a modo de set pieces, cada una con un estilo de rodaje diferente, como si fueran contracciones, para ir creando cada vez una mayor ansiedad y llegar al clímax final.

-Más allá del ‘thriller’ y el terror, ‘Inside’ es una oscura reflexión sobre la maternidad y sus miedos.

-Así es. Con Secuestrados me planteé hablar de la familia actual, su comportamiento y sus valores. En Extinction eliminé a la madre para hablar de la paternidad. Y ahora tocaba matar al padre para hablar de la maternidad. Inside trata de la transformación de una mujer al convertirse en madre. Sería como la pesadilla de una madre primeriza antes de dar a luz.

-Se estrena ahora ‘Inside’ y en breve llegarán a la cartelera los nuevos trabajos de Paco Plaza, ‘Verónica’, y ‘Musa’, de Jaume Balagueró. ¿Sigue siendo buena la salud del cine de género español o va un poco a rachas?

-El cine de género siempre va con pasos extraños. Pero los grandes directores siguen ahí y seguirán estando ahí. El género es cada vez más poroso, más expansivo. Es un cine abierto, innovador y valiente. Ahora mismo nada experimenta más que el género, el terror, aunque siempre habrá un sector de la crítica que se niegue a aceptarlo y lo considere menor. Es un problema de prejuicios.

-Los grandes festivales programan cada vez más cine de género en sus secciones oficiales.

-Es normal. It follows, La bruja y The Babadook son tres ejemplos de películas de terror que funcionan en festivales y tienen el favor de la crítica. Hay mucha más innovación en estas películas que en muchas de las nominadas al Oscar de los últimos años.

-Usted es todo un apasionado del género.

-¡Prácticamente un friki! Yo de pequeño no tenía muchos amigos y lo pase mal en el colegio, pero siempre podía refugiarme en los cómics y las películas. Ahora, haciendo Inside he podido rendir homenaje a ese adolescente que fui y que disfrutaba viendo ese tipo de películas.