Reconoce, con la alegría de la juventud y la ilusión de estar en los inicios de una carrera musical en pleno crecimiento, que el confinamiento no le vino mal: “Sobre todo al principio, me vino bien, ahora que estoy ya en gira no tanto… Pero fue bastante beneficioso para mí porque necesitaba pararme, reflexionar, valorar cosas y tomar decisiones importantes para mí y para mi carrera. Aunque fuera forzado, le saqué bastante provecho”. Natalia Lacunza prácticamente acababa de salir de un concurso de televisión, Operación Triunfo, y sentía que todo iba muy rápido cuando ella lo que quería era labrar su propio camino: “Estoy súper agradecida con el público que tengo del programa evidentemente, pero todos buscamos que la gente reconozca tu trabajo por tu propio trabajo porque al final, en la academia, no estás demostrando tu sello personal y tu creatividad. Ahora estoy marcando mi camino para ponerme en las vías correctas y tirar para adelante”.

Mañana viernes actuará por primera vez en Zaragoza (sala Mozart del Auditorio, a partir de las 18.00 horas) después de “dos años muy intensos pero muy guais”, reconoce la artista pamplonesa: “Cuando estoy mal pienso ‘realmente estoy donde quería estar’. Lo más difícil era que la gente me reconociera por lo que hago y que le gustara y puedo decir que lo estoy consiguiendo. Creo que he aprovechado muy bien el tiempo”, reflexiona con sinceridad. Y es que la artista llega a la capital aragonesa en medio de una pandemia, con cambios de horarios y muy pendiente de las medidas sanitarias, pero agradecida de poder llevar adelante el bolo: “Este año para mí ha sido un poco catastrófico en cuanto a cancelaciones pero, por otro lado, se han ido resolviendo las cosas, se ha podido seguir tocando con nuevas fechas, nuevos aforos… y es la primera vez que toco con mi repertorio así que estoy muy contenta de poder hacerlo aunque sea en estas circunstancias. Para mí es algo muy importante enseñar mis temas porque sería como completar todas las facetas de un artista”.

La producción musical de Lacunza bebe de las creaciones de artistas tan polifacéticos como James Bay, Amy Winehouse, RY X, Billie Eilish , 6LACK o Rosalía. Sus ritmos, aunque de marcada vocación pop, no renuncian a géneros como el soul, el RnB o el bedroompop. El viernes aterriza en la capital aragonesa (“ciudad a la que tengo mucho cariño porque he ido muchas veces, está cerca de mi ciudad y tengo muchísimas amigas) acompañada de la banda que ella mismo montó cuando empezó este proyecto y que está compuesta por mujeres: “Cuando me planteé hacer directos tenía claro que me quería rodear de gente como yo, personas que les gustara la música como algo pasional y poco pretenciosa, como una vía de escape y creatividad”, empieza relatando Lacunza, que va más allá: “En el mainstream ves todo el rato a artistas chicas jóvenes rodeada de gente mayor tocando que lleva muchos años en esto y yo quería gente joven, de mi edad, que estuvieran en el mismo momento que yo y que fueran chicas. Fue algo mágico encontrarlas y un sueño cumplido… Otro más”.

Hasta ahora, Lacunza ha publicado dos EP, Otras alas y EP2, y aunque es evidente que el consumo musical ha cambiado y cada vez se le da más valor a los singles y a los videoclips, la pregunta es obligada, ¿el LP para cuándo? “Lo tengo en mente pero para eso necesito tiempo y cierta conexión, hay etapas para todo. Hasta ahora hecho las cosas porque he querido y a la velocidad que he querido pero necesito más tranquilidad para el disco, que venga de un lugar más reposado. Hacer un disco largo conlleva muchas cosas, no solo la música sino todo lo que le rodea, lo conceptual… y para eso falta dedicarle un tiempo. Ya llegará”, asegura.