El día a día de los conflictos bélicos en países como Siria, Libia, Irak o Egipto, retratados por el fotoperiodista Manu Brabo, es el tema principal de "Un día cualquiera", la muestra que el ganador del Pulitzer 2013 y National Geographic han inaugurado hoy en el centro cultural La Neomudéjar.

"Lo que se ve en estas imágenes no es 'un día cualquiera' para nosotros, sino para ellos, los que viven estas cosas", ha explicado hoy Brabo a Efe durante la presentación de su primera exposición en solitario, con la que el fotoperiodista busca dar a los espectadores "más herramientas para analizar una realidad que nos afecta de manera indirecta".

La exposición hace un recorrido fotográfico por los conflictos y revoluciones que han marcado los comienzos del siglo XXI en Oriente Medio, es decir, Libia, Siria, Egipto e Irak, pero también, en palabras del propio Bravo "de sus consecuencias más visibles en territorios mucho más cercanos", como la migración de los refugiados de esos países por Grecia o la frontera con Hungría.

"Espero que la gente pueda seguir un relato 'histórico', de gente que ha intentado mejorar sus vidas, pero que les ha salido mal y terminan anclados en estas guerras, y también que entiendan que esto nos puede pasar a todos y por eso tenemos que cuidar mucho lo que tenemos cerca y lejos, porque al final esto es como la mar, tú tiras la mierda y vuelve siempre a la orilla", ha declarado el fotógrafo (Zaragoza, 1981).

"Cuando empiezas en este trabajo crees que vas a cambiar el mundo, luego piensas que no estás cambiando nada, pero si los fotoperiodistas no hacemos nuestro trabajo, si no ponemos está información sobre la mesa, creo que las cosas estarían peor", ha apuntado Brabo.

El fotoperiodista ha asegurado no tener una "agenda política", ni ningún interés económico con sus fotos, pues lo que busca es que sus imágenes "provoquen una reacción en la gente" y que esto ayude a mantener "la balanza equilibrada".

Daniel Pérez, director general de National Geographic Partners, ha explicado hoy a Efe que el trabajo de Brabo "va en línea" con la vocación de la marca, que busca "enseñar lo que ocurre a nuestro alrededor", pero también "invitar a la reflexión y provocar sensaciones en la gente".

"No queríamos quedarnos en el conflicto de un solo país, Manu ha trabajado en muchos lugares desde 2007, pero quisimos centrarnos en lo que ha sucedido en los países árabes a partir de 2011, es una especie de caleidoscopio del conflicto bélico que se vive en la actualidad", ha añadido Pérez.