FESTIVAL BLACK IS BACK

ARTISTAS Eli 'Paperboy' Reed, Swamp Dogg, Aurora & The Betrayers y Dr. Loncho & The Soul Brothers

LOCAL Teatro de las Esquinas

FECHA 16 de mayo. Unas 200 personas

Vuelve la negritud. Ese venía a ser el lema de la larga velada que con tintes de soul reunió el viernes en el Teatro de las Esquinas de Zaragoza a Eli Paperboy Reed, el histórico Swamp Dogg, el grupo madrileño Aurora & The Betrayers y el rapero zaragozano Dr. Loncho con The Soul Brothers. ¿Back Is Back? A ratos. Eli Paperboy Reed (Boston, 1983), que actuó hace unos años en La Casa del Loco, y el año pasado abrió el festival Pirineos Sur, vino para presentar las canciones de Nights Like This, su disco más reciente, del que interpretó media docena de canciones: Well, Alright Now, Lonely World, Shock To The System, Grown Up, Tow Broken Hearts, Not Even Once... Artista voluntarioso y vitalista en escena, Eli pasó por ser la gran esperanza blanca del soul, pero su oferta de soul-funk con tintes de rock, inspirada tanto en Percy Sledge como en Rufus Thomas, resulta, en general, excesivamente descafeinada, sin la pegada perturbadora de las mejores músicas afroamericanas.

Sí, su concierto fue mucho más sólido que el que ofreció en Pirineos Sur (también es cierto que vino con mejor banda que entonces, y que, pese a todo, ofreció algunos momentos de destacada intensidad. Pero Eli, lamentablemente, no es su compatriota Swamp Dogg (nacido Jerry Williams, en 1942), viejo zorro de lo que se llamó soul psicodélico, bandarra y autor de canciones espléndidas que conoció el éxito más como productor que como cantante. Hoy, Swamp, que cumplirá 72 años el próximo mes de julio, tiene aspecto de jubilado de Miami y algunos problemas de movilidad, pero mantiene en forma su preciosa voz y su espíritu de intérprete con gancho.

Facturó una actuación repleta de tintes soul-gospel, interpretó piezas que sin duda han servido de inspiración tanto a Dylan como a Rolling Stones, se paseó entre el público como un predicador que sanase cuerpos y almas imponiendo el bálsamo del soul, y, para mayor abundancia, dejó que su anciana y pizpireta madre interpretase dos temas al comienzo de su actuación. Un figura este Swamp Dogg, que nos enganchó sin contemplaciones.

La velada la abrió Aurora & The Betrayers, uno más de esos grupos de soul que tanto están proliferando en la España marianista, marcados más por la corrección que por el pulso, más por la ortodoxia que por la vibración, en los que el asunto de la composición es su gran asignatura pendiente. Lo más destacado de su paso por el escenario de las Esquinas fue la versión que hizo de Joy, de Stevie Wonder. Y el duro papel de cerrar la noche, cuando ya la mayoría de los espectadores había abandonado el local, le tocó a Dr. Loncho. Fue una lástima, pues la oferta de este rapero de panoramas abiertos, en comandita con The Soul Brothers, formación que incorpora a sus patrones sonoros detalles latinos cercanos al bugalú, merece mejor horario y más espectadores y atención.