El director del Festival de Cannes, Thierry Fremaux, explicó ayer por qué la plataforma Netflix no podrá competir por la Palma de Oro: el certamen ha cambiado las normas y cualquier filme a concurso tendrá que estrenarse en los cines de Francia. «A la gente de Netflix le encantó la alfombra roja y le gustaría estar presente con otras películas. Pero entienden que la intransigencia de su propio modelo es en estos momentos la opuesta a la nuestra», aseguró.

Fremaux señaló, no obstante, que tanto Netflix como otras plataformas de streaming podrán presentar sus proyectos en el marco del festival, pero siempre fuera de competición. Una decisión que llega después de que el año pasado se formase un gran revuelo cuando la dirección permitió entrar en competición a cintas como Okja, del surcoreano Bong Joon-ho, y The Meyerowitz Stories, del estadounidense Noah Baumbach.

PROTESTAS DEL SECTOR

Varios cineastas y sindicatos condenaron entonces la medida y promovieron protestas para que el festival cambiase las reglas cara a una nueva edición. La norma no se aplicó a tiempo para la presentación en el certamen de estas dos películas en mayo del 2017, pero ninguna fue galardonada con premios de todos modos.

«El año pasado, cuando seleccionamos estas dos películas, pensé que podría convencer a Netflix para lanzarlas en los cines. Fui un presuntuoso... Se negaron», confesó Fremaux, admitiendo de esta manera que subestimó las pretensiones de la plataforma. La dirección del festival pensó que la compañía aceptaría las reglas, pero no fue así.

Netflix intentó obtener permisos temporales para que sus películas pasasen al menos una semana en la cartelera francesa. Sin embargo, ese movimiento no se permitió debido a las estrictas leyes del país en esta materia y al final las dos partes no pudieron llegar a un acuerdo.

Como resultado, el festival ha cambiado la normativa para exigir el estreno en los cines de Francia. «Tenemos que tener en cuenta la existencia de nuevos y poderosos jugadores: Amazon, Netflix y tal vez pronto Apple», dijo Fremaux, quien opinó que estas plataformas «permiten a los directores hacer películas de gran presupuesto». «El cine triunfa en todas partes, incluso en esta era dorada de las series. La historia del cine y la de internet son dos cosas diferentes», concluyó.

TAMPOCO ‘SELFIES’

Esta prohibición viene de la mano de otra con mucho menos calado. Y es que el festival ha decidido prohibir los selfis en los glamurosos desfiles en la alfombra roja que preceden a la proyección de las películas más esperadas de cada edición. Hace ya tres años, Frémaux pidió públicamente que las estrellas e invitados que pasaran por la alfombra roja no se unieran a esa costumbre «extremadamente ridícula y grotesca», que además ralentizaba el estricto horario de la organización. Como su recomendación no tuvo el efecto deseado, ahora ha decidido prohibir los selfies. Habrá que ver si ahora le hacen más caso.