El escritor francés Nicolas Mathieu (Epinal, 1978) logró ayer el premio Goncourt con la novela Leur enfants après eux (Actes Sud), una obra sobre los estragos de la desindustrialización en un valle perdido de Lorena durante la década de 1990.

A través de un grupo de adolescentes que el lector sigue durante cuatro veranos, entre 1992 y 1994, Mathieu dibuja con un estilo cáustico y vibrante el retrato social de una Francia sin futuro, devastada por el neoliberalismo y que empieza a sentir las consecuencias de la mundialización. Cuatro jóvenes matan el tiempo bebiendo cervezas, fumando porros, mirando a las chicas y escuchando a Nirvana mientras sueñan con escapar de un destino sombrío en una época en la que los altos hornos son solo el recuerdo material de un pasado industrial agotado.

En una entrevista publicada el pasado septiembre en Libération, Mathieu explicaba que había querido escribir una novela de aprendizaje y hablar del final de un mundo, el de la clase obrera.

Mathieu, que se lanzó a la literatura a los 35 años, se alza con el galardón más prestigioso de las letras francesas con su segundo trabajo. Su primera obra, publicada en el 2004, es una novela negra titulada Aux animaux la guerre y adaptada en seis episodios por France 3. Una miniserie sobre el cierre de una fábrica que se estrenará el 15 de noviembre en la televisión francesa.

El galardonado no partía como favorito, porque el Goncourt no suele repetir editorial y el año pasado se decantó por El orden del día, de Eric Vuillard, también publicado por Actes Sud.