"Con la mayoría de edad se imponía una reflexión interna y, de ella, nos quedó claro que son tiempos complicados pero, a pesar de ello, no nos deben faltar ganas e ilusión para abrir una nueva etapa". Y, de ahí, ha surgido la decimonovena edición del Festival de Cine de Zaragoza que se celebrará del 20 al 29 de noviembre y que, entre otras novedades, estrenará una denominación para sus galardones (Augusto) y acogerá el preestreno de la película de animación Mortadelo y Filemón contra Jimmy el cachondo. Así lo desveló ayer el director del festival, José Luis Anchelergues en una presentación pública en el Teatro romano en la que estuvo acompañado por el consejero de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Jerónimo Blasco.

Uno de los principales atractivos de este año para el público será el preestreno de la nueva producción de Mortadelo y Filemón, un acto que se celebrará el 28 de noviembre (un día antes de su estreno en las salas) en los cines Aragonia y al que está previsto que acuda buena parte del equipo (de hecho, responsables de Ilion Animation Studios impartirán una masterclass por la mañana), aunque Anchelergues no quiso desvelar más aunque sí que este preestreno "tendrá algo que ver con algo que pasará en la gala de clausura que se celebrará dos días después".

NUEVA ESTATUILLA

Junto a esto, la principal novedad de este año es que, a partir de esta edición, los premios que entrega el festival se llamarán Augusto: "Queríamos darle una personalidad singular y ponerles un nombre era una asignatura pendiente", aseguró el director de la cita que explicó que el busto (para el que se ha tomado como modelo el encontrado en Tarazona) tendrá dos presentaciones distintas: en bronce para los homenajeados (este año, habrá cinco aunque todavía se desconocen los nombres) y otra en resina para los galardones de cada sección.

Las 235 cintas que se podrán ver a lo largo de todo el festival se proyectarán en nueve sedes, a las que se incorporan los cines Aragonia merced a un acuerdo "muy importante" con Zaragoza Urbana, explicó Anchelergues: "Incorporar una sala es algo vital para nosotros pero, además, durante todo el mes, antes de todas las películas se proyectará un espot de 20 segundos del festival". Junto a los Aragonia también serán sedes el Centro de Historias, el Auditorio, la Filmoteca, el Centro Cívico San José, el CaixaForum, el Albergue de Zaragoza, la Fnac y el Espacio Ambar.

El festival ha creado dos nuevos certámenes, el de microcortos y el de Aragón negro, que es el único que tiene carácter internacional. Además, explicó el director, se ha querido potenciar la sección Panorama en la que se estrenarán seis películas inéditas en Zaragoza (Pelo malo, de Mariana Rondón; Casi inocentes, de Papick Lozano; Purgaotiro, de Pau Teixidor; Ártico, de Gabriel Velázquez; Stella candente, de Luis Miñarro; y Todos están muertos, de Beatriz Sanchís), que se podrán ver en la Filmoteca de Zaragoza donde habrá coloquios con los diferentes directores y actores.

Y es que, este año, el festival pretende acercar más el cine a la gente y, además de reforzar la actividad Festival en la calle, habrá una nueva sección titulada Café con... donde todos los invitados de la cita podrán conversar con público y periodistas, así como otra denominada Encuentros profesionales en la que habrá diferentes masterclass.

Además, se recupera la figura de país invitado y, este año, será Rumanía, país que protagonizará un coloquio y del que se podrán ver películas como Tatâl Fantomâ, de Lucian Georgescu; Binecuvântata fii, Œnchisoare, de Nicolae Mârgineanu; y Madre e hijo, de Câlin Peter Netzer.

El festival de este año contará con un presupuesto de 120.000 euros, de los que 72.000 (el 62%) los aporta el Ayuntamiento de Zaragoza ("un gran esfuerzo económico por nuestra parte", aseguró Blasco) y el resto los diferentes patrocinadores así como ingresos propios de la cita. Como ya viene sucediendo en ediciones anteriores, ni Gobierno de Aragón ni el Ministerio de Cultura han otorgado ayudas. De esos 120.000 euros, 7.300 están destinados a los diferentes premios que se entregan y, el resto, a las actividades propias del festival ya que el equipo del festival se nutre principalmente de colaboradores. "Lo importante --concluyó Blasco-- es la vinculación que se ha creado entre el festival y la ciudad".