S i me preguntáis en dónde he estado debo decir ‘sucede’ (Pablo Neruda, Residencia en la tierra). De Residente a Peret, nueve artistas responden hoy sobre sus recientes andanzas sonoras.

Residente. Residente (Sony). René Pérez Joglar, conocido artísticamente como Residente, fue la cabeza caliente, pensante y más visible del dúo Calle 13. Ahora camina en solitario y ha armado su primer disco con un argumento atractivo: su ADN. O sea, un análisis genético le ha llevado por medio mundo a la búsqueda de sus ancestros y de sus músicas. La peculiar experiencia la ha plasmado en un documental, un libro, una página web y un disco (el que nos ocupa).

Residente recaló en Siberia, Rusia, Armenia, Georgia, Osetia, China, Burkina Fasso, Ghana, Níger, Serbia, España, Inglaterr, Nueva York y, por supuesto, Puerto Rico, su país. En cada lugar indagó y encontró sonidos y músicos: anónimos y conocidos (Goran Bregovic, Bombino, la cantante Soko...) El resultado es un trabajo notable que trasciende tanto las fronteras del hip hop como los límites de lo que se conoce como world music. Y de paso que ha reconstruido su identidad, Residente ha reafirmado la de su país en piezas como Intro ADN / DNA e Hijos del cañaveral, y ha plasmado, a veces a través de las historias de la gente, las agitaciones y desigualdades de un mundo convulso.

Juana Molina. Halo (Crammed Discs /Karonte). Séptimo disco de la argentina Juana Molina, actriz que fue, cantante descubierta por David Byrne, y creadora de perturbaciones sonoras que beben en las fuentes del folk y de la electrónica. Los álbumes (como sus directos) de Juana Molina no son fáciles, aunque sí sugerentes. En Halo, empaquetado con una portada singular, oferta paisajes sonoros desenfocados, nerviosos e intrigantes. Lúcido.

Melingo. Anda (World Village/ Harmonia Mundi. Otro argentino agitador. Melingo es especialista en desacralizar los misterios del arrabal. En Anda, de nuevo en el papel de linyera (vagabundo), traza un viaje, entre real e imaginario, por los orígenes y el nomadeo del tango. Argentina, sí, pero también el Caribe, Europa, Japón, China... Rescata un instrumental inédito de Oswaldo Pugliese y una letra de Le Pera; lleva a Gainsbour a su terreno y recrea a Satie. Un crack, este tipo.

Crudo Pimento. Teleiste Mouska (Everlasting). Crudo y picante como el pimentón es este dúo de Murcia que ahora publica su tercer álbum, cuyo título al parecer se lee ‘vino de ojo de gaviota’. Se ha grabado todo en castellano, por primera vez, y con grandes dosis de improvisación textual. Aquí hay ruido y furia, blues desectructurado, folclores varios (inluido el canto de los Auroros de la huerrta murciana), noise y muchos samplers. Crudo Pimento no tiene parangón y su trabajo es de difícil taxonomía ¡Bravo!

China Moses. Nightintales (MPS). Primer disco con piezas propias de esta espléndida vocalista, hija de otra grande de la música negra (Dee Dee Bridgewater) e intérprete que maneja con talento el matiz, el sentido y la intuición. Bien acompañada musicalmente, China se desliza, con alma cabaretera, por las notas del blues, el jazz, el soul, el funk y el pop.

Depeche Mode. Spirit (Sony). Siete años después de su último disco Depeche Mode está de vuelta y, no crean, con nervio. ¿Se podía pedir más riesgo? Puede, pero este álbum, algo sombrío, aporta grandes canciones y un compromiso político con el que pretende alejarse de la acusación de que es el grupo de la derecha alternativa (la que aplaude a May y Trump).

Los Planetas. Zona temporalmente autónoma (El Volcán). Este disco ha enfadado a quienes acaban de descubrir que Los Planetas ha sido un grupo sobrevalorado, pero hay que ser justo: no es peor que el irregular y precedente Una ópera egipcia: pop, derivaciones flamencas, psicodelia, un ejercicio sobre una pieza de Young Beef... Y compromiso político que resulta más o memos creíble.

Peret. Esencia de la rumba catalana (Warner Music). En 10 canciones, registradas entre 1962 y 1964, Peret sentó los cimientos de la rumba catalana. Aquí están, juntas y reveladoras. Y además, otro CD con Peret como guitarrista de La Camboria.

Tachenko. Misterios de la canción ligera (Limbo Starr). Dos piezas de nuevo cuño y 10 revisiones, todo ello en acústico, mano a mano entre Sergio y Sebas, dan buena cuenta del efecto Tachenko.