Quienes, por pasión u obligación, pasan estos agosteños días en Zaragoza, pueden descubrir un excelente lugar para disfrutar de la gastronomía. Es lo que tiene este mes, que quienes permanecen abiertos encuentran nuevos clientes, agradecidos por la consideración hacia quienes permanecen en la ciudad. Especialmente si disponen de una oferta diferenciada.

Que es la opción de Raquel Cotín y sus tres hijos Guillermo -al frente de la cocina-, Diego y Jorge Mort -en la sala y barra-, avalada por su lema «En el Papagayo siempre es verano». Y ciertamente, su propuesta resulta fresca y divertida.

Incluso las propuestas más convencionales, como la Ensalada de tomate, los Huevos rotos, con boletus o jamón ibérico, el surtido de quesos, o el logrado Steak Tartar, aportan un toque diferente. Pero son sus especialidades las que justifican la visita, muy cerca de la Seo.

Ya un clásico, su Perrigamba, un «bocadillo en pan de perrito, gambas y explosión de sabores», no defrauda en absoluto, sorprende la primera vez y pide más visitas. También el Taco al pastor, un burrito de carne en adobo, piña, cebolla tierna, cilantro y salsitas, o la Pata de pulpo, acompañada de parmentier de patata, aliloli de mejillones y pimentón de La Vera. Sin olvidar la Minitortilla con trufa, que se sirve en su punto de cuajo, melosa y sabrosa.

En fines de semana se puede disfrutar de su ostra tuneada de forma original o de los menús y las sugerencias, que preparan en la cocina en función del mercado. Guillermo aprovecha su larga formación por diferentes restaurantes españoles, así como su paso por México, la India y Gran Bretaña, algunas de cuyas esencias incorpora a sus platos.

En el apartado dulce, otra de las especialidades del cocinero, De chocolate, un coulant, bien acompañado, o el inolvidable Papagayo, un flan de coco, crumble, mango y fruta de la pasión. Y siempre, alguna sorpresa más.

Todo ello conforma un espacio, que sirve tanto para degustar en forma de tapas en la barra, bastante amplia, como para sentarse en cualquiera de sus escasas mesas y conformarse una comida o cena, que saldrá por unos 20 euros. En su vocación de diferenciarse, procuran ofrecer una carta de vinos que se salga de lo habitual. Así se puede maridar lo solido desde con un riesling alemán hasta vinos neozelandeses, pasando por el champagne o el vermú favorito de Buñuel, el Noilly Prat.

El Papagayo

Jordán de Urriés, 4. Zaragoza. 686 125 848. www.facebook.com/elpapagayozgz/. rcotíngracia@gmail.com. Horario: de 20 horas a cierre, de martes a viernes; sábados y domingos, de 12 a 15.30 y de 20 horas a cierre. Cierra los lunes. Admite tarjetas y reservas: teléfono y facebook. Precio medio a la carta: sobre 20 euros. Menús especiales los fines de semana. No dispone de reservados. Aparcamiento público cercano, pl. del Pilar.