No es que se haya reescrito la Odisea. El clásico es el que es y es en la grandeza de su sonoridad y su texto donde reside que haya llegado hasta nuestros días con una fuerza extraordinaria. El titular de este artículo es el que es porque la editorial Blackie Books ha elegido la Odisea para inaugurar su colección Clásicos liberados y lo ha hecho con una edición muy cuidada en la que a la versión de Samuel Butler (que ya implica una mirada femenina diferente) se le ha unido el ensayo La versión de Penélope, de Margaret Atwood (en la que narra la experiencia de la esposa de Ulises tras la marcha de este), el texto Penélope de Dorothy Parker así como lo que han denominado Tres brevísimas versiones: Más noticias de ninguna parte, de Nick Cave; La tela de Penélope, o quién engaña a quién, de Augusto Monterroso; y Como Ulises, de Javier Krahe.

Pero quizá, al margen de las interpretaciones en clave de mujer que se la ha querido dar a esta edición, en cuanto al formato, destacan de manera importante las ilustraciones que ha realizado el dibujante zaragozano Calpurnio (Eduardo Pelegrín Martínez de Pisón). Se trata de dibujos que acompañan a lo largo de todo el texto, prácticamente en cada página hay uno, y que más que ilustrar la acción que sucede a lo largo de toda la Odisea, la complementan. Es quizá por eso que el dibujante ha decidido mantenerse fiel a su estilo y apostar por dibujos en los que las caras no son reconocibles para que el lector pueda jugar también con su propia imaginación. Al fin y al cabo, estamos ante un clásico que por muy moderno que se le consideres, fue pergeñado hace ya muchos siglos.

Calpurnio, así, le da un valor extra a una gran edición llamada a ser uno de los libros más cuidados del último año. Destaca a lo largo de la obra también la gran profusión de notas que, junto al texto, van completando y desentrañando cada uno de los posibles enigmas con los que se va encontrando el lector.

Como decíamos, la versión elegida para esta edición es la de Samuel Butler lo que implica que la traducción no se ha realizado del idioma clásico sino del inglés. Algo que puede parecer a priori chocante pero que el propio editor explica al comienzo de la obra. Y es que la idea era encontrar la versión que funcionara más eficaz como relato (no hay que olvidar que la Odisea fue compuesta en verso, concretamente en hexámetros) y fue Borges el que le puso en la pista de esta versión. Pero es que, además, los estudios de Butler coincidían totalmente con la idea de la editorial ya que llegó a afirmar que el autor de este clásico no fue Homero sino que tuvo que ser una mujer por las muestras de sensibilidad femenina que se ven a lo largo del relato y porque considera que el protagonista de esta historia no es Ulises sino Penélope en su ausencia y el resto de personajes femeninos.

Algo que cuadra con el ensayo La versión de Penélope, de Atwood, en la que cuenta qué ocurría realmente en ausencia de Ulises. El colofón lo ponen las canciones y los poemas incluidos al final que no son más que la demostración de que cientos de años después, la Odisea sigue estando presente en muchos aspectos de la vida cultural de mucha gente.

Y la realidad es que esta nueva edición que Blackie Books lanza de la Odisea viene a sumarse a la lista de grandes reediciones de los clásicos que tanto han atraído al ser humano a lo largo de toda su existencia.