«Para que tú me oigas mis palabras se adelgazan a veces como las huellas de las gaviotas en las playas». Del título de ese poema de Neruda procede el nombre del disco So That You Might Hear Me (Caroline / Music As Usual) del dúo británico Bear’s Den. Caminantes por las arenas del folk-rock, Kevin Jones y Andrew Davis mantienen aquí las atmósferas de anteriores álbumes, pero apuestan ahora por más presencia del piano, de las guitarras eléctricas y de los apuntes electrónicos. Son canciones bien construidas (con ecos ochenteros) e interpretadas. Los imaginativos arreglos (destacados en piezas como Evangeline) contribuyen a que So That You Might Hear enganche y convenza.

La africanía conceptual de Blick Bassy.

A los héroes de la independencia de Camerún, especialmente a Ruben Um Nyobè Mpodol, ejecutado sin juicio por los militares franceses el 13 de septiembre de 1958, está dedicado el nuevo disco de Bick Bassy, 1958 (No Format!). Akö, su álbum de 2015, mostró a un intérprete marcado profundamente por el blues de Skip James; 1958 trae a un Blick Bassy que reformula diferentes ritmos de su país, a la vez que sigue bebiendo del blues y de otras fuentes (coros sudafricanos suenan en Mpodol). Bassy como un hechicero del siglo XXI, mezcla lo nuevo y lo viejo, los ancestral y lo contemporáneo.

JJ Cale falleció en 2013, pero guardó en sus cajones un puñado de canciones que han sido recopiladas en Stay Around (Because Music / Music As Usual) Unas son grabaciones de estudio, y otras, registros caseros. Entre las 13 piezas se encuentra My Baby Blues, grabada por Cale y su mujer en 1977. Las canciones, fieles al ya clásico sonido relajado del músico (Tulsa sound), se mueven en la línea country blues, aunque alguna como María escora hacia lo latino. Escrituras como Go Downtown se incrustan fácilmente en la memoria; Tell Daddy suena como Dylan en la actualidad, y Chasing You es una composición de altura. Entre el low y el high fi, el espíritu de Cale vuelve como el del mismísimo padre de Hamlet. Pero sin pedir venganza.

Marcianos y murcianos, escribí en una ocasión del dúo Crudo Pimento. Probablemente su reciente cuarto álbum (Pantame, Everlasting) revalida aún más esa afirmación. Raúl Frutos e Inma Gómez trastocan los códigos sonoros de los patrones que usanen sus canciones, para organizar un cosmos arrebatador. En Pantame, donde han trabajado con electrónica analógica y producción externa, abundan en la hondura flamenca y arrastran a su terreno el hip hop y los sonidos oscuros. Áspero y seco (como el río Segura), este disco perturbador ofrece, no obstante, algún momento bailable, onda B-52’s. Y textos como este: «Mira si eres inocente / que crees / que te va a librar / el dinero de la muerte». Brutal.

Joshua Redman, clásico y revoltoso.

El saxofonista Joshua Redman es ya un valor tan seguro como los Bonos del Estado en tiempos de bonanza. Acompañado por piano, bajo y batería ha grabado Come What May (Nonesuch), un álbum que abre un apetitoso Circle Of Life, y cierra un sabio y elegante Vast. En medio, clasicismo (la pieza que titula el disco), búsqueda (Stager Bear) y revuelta (I’ll Go Mine y How Me Do).

Gece (noche) es el álbum de estreno del grupo Altin Gün (Glitterbeat), afincado en Holanda. Solo uno de sus miembros ha nacido en Turquía, pero su sonido es una estimulante amalgama de tradiciones musicales de Anatolia, funk y efluvios psicodélicos. Sólidas raíces eléctricas, vaya.

Soul a la antigua usanza. Eso ofrece Durand Jones & The Indications en American Love Call (Depp Oceans / Everlasting), su segundo álbum. La banda de Indiana maneja cuerdas, metales y voces a lo Al Green, para un compendio que también reúne baladas y algo de pop sesentero.

Norah Jones ha recogido en Begin Again (Blue Note) una serie de singles lanzados en año pasado y grabados con músicos como Jeff Tweedy. Se completa el disco con tres piezas inéditas. El conjunto, variado, es audaz, exuberante, oscuro, crudo e incierto.

Estrella Morente, de copla en copla.

Con banda de música, arreglistas varios, y con la divisa «menos bandera, menos patria y menos himno», aborda Estrella Morente en Copla (Concert Music) 12 composiciones de varios maestros de la españolidad. Lo hace sin riesgos, pero sin aspavientos ni excesos. Su voz hermosa luce en esta apuesta por lo popular sin caspa. En Soledad, más canción que copla, brilla especialmente.