«Este premio es un orgullo, pero también una responsabilidad, pues ahora tengo que mantener el nivel ya que la gente espera lo mejor de mí». Así se manifestaba ayer el joven mago aragonés Oihan Palacín, flamante ganador del Premio Nacional de Magia en la modalidad de manipulación.

Palacín, de tan solo 18 años, recupera de esta forma para Aragón un primer premio nacional en esta disciplina, un logro que se resistía desde hace ocho años. El joven mago participó este fin de semana en el Congreso Mágico Nacional celebrado en Murcia, que congregó a los mejores ilusionistas del país. Según datos de la organización, más de 300 acreditados y cerca de cincuenta concursantes participaron en estas jornadas mágicas.

El ilusionista aragonés defendió su número de manipulación, considerada la disciplina más complicada de la magia debido a su dificultad, frente a un jurado compuesto por algunos de los magos más laureados a nivel mundial entre los que se encontraban Jorge Blass o Yunke.

«La manipulación es complicada porque no cuentas con grandes aparatos ni otros medios, y se trata de hacer aparecer objetos cotidianos solo con las manos», cuenta Palacín. Así, con su su rutina basada en un número musical de manipulación de bolas y cartas, Oihán logró alzarse con el prestigioso galardón, aunque no fue el único premio que el zaragozano consiguió, ya que se hizo merecedor del galardón del certamen Magialdía, otorgado por los organizadores de este congreso y que incluye la contratación para actuar el próximo año en las también prestigiosas jornadas mágicas de Vitoria.

Oihan Palacín, a pesar de su juventud, es ya, más que una promesa, una realidad del presente y con mucho futuro en el mundo de la magia. Cuenta, que el gusanillo mágico se lo inculcó su hermano mayor «que se dedicaba al teatro, al circo, a la magia y los malabares». poco a poco y a partir de los juegos de manos, fue interesándose en la magia, indagando y creciendo de forma autodidacta «ya que nunca fui a una escuela». Y así se convirtió en el gran mago que ahora es, pues además de este premio nacional, Oihan ha conseguido, entre otros, el premio Pepe Carroll otorgado por la Asociación Mágica Aragonesa y el Sótano Mágico en 2017.

Palacín cree firmemente en lo que hace y anima a los jóvenes a dedicarse a la magia, una disciplina en la que no sin dificultades trata de convertir en su profesión definitiva: «De la magia se puede vivir, sí, y espero que en cinco años pueda vivir de ella al 100%», comenta el mago, quien aplaude iniciativas como la Asociación Mágica Aragonesa o el Sótano Mágico, donde la gente puede iniciarse en este mundo, «además de que siempre que alguien se acerque a uno de nosotros le vamos a enseñar con gusto, pues siempre hay un espacio en la magia para aquellos que demuestren pasión, esfuerzo y humildad» concluye.

Oihan Palacín no fue el único aragonés que participó en en el concurso. Pepe Lirrojo lo hizo en la modalidad de magia general, el dúo Calamidad y Desastre (Néstor Aznar y David Sebastián) compitieron en invención, y Pablo Labarquilla que se presentó en la disciplina de mentalismo.