Casa de Navarra (c/ Santiago, 27), hasta el 30 de octubre.

María José Garrido consigue trasladar a todo aquel que aprecie sus óleos y acuarelas a un mundo onírico, en el que la ternura y la nostalgia por la infancia adquieren protagonismo. Sus cuadros están cargados de una gran expresividad gracias a una técnica depurada en veladuras ytransparencias.