--Esta noche toca junto a Paolo Fresu dentro del Festival de Jazz, ¿cómo se conecta su Cuba natal con el Mediterráneo de Fresu?

--Geográficamente estamos lejos pero en esencia somos lo mismo. Somos isleños y el isleño necesita salir de la isla, pero al mismo tiempo llevar consigo el bagaje de su tierra, y es lo que hacemos con este proyecto. Es un proyecto muy simple, en dúo, e intentamos buscar un paralelo entre nuestras culturas, pero siempre con un punto muy importante que es la libertad. Siempre con mucha luz y mucha paz.

--¿Qué es el jazz en su vida?

--Libertad. El jazz es el único estilo de música que te da la posibilidad de fusionar todas las cosas sin que haya ningún inconveniente. Dentro del jazz está el concepto de latin jazz, que ha sido creado por los periodistas para encasillar un estilo de música que es inclasificable. Lo que hacemos es música, yo no lo llamaría de ninguna otra manera. ¡Ah! E intentar pasarlo bien. Con el jazz puedes expresar lo que quieras sin ningún tabú. Y pasa con el arte. Porque a mí me han catalogado un músico de jazz y yo no me considero un músico de jazz en el estilo de música. Me considero músico de jazz en el sentido filosófico de la palabra. Lo importante es ser tú mismo y expresar lo que el alma te diga.

--Es una persona muy espiritual, ¿cómo nutre su música de la santería cubana que practica?

--Sin nuestros ancestros y sin nuestros espíritus, yo no sabría traducir o decir lo que pretendo. Creo que hay que escuchar las voces de nuestros antepasados.

--¿Eligió la música o ella le eligió a usted?

--El ser humano tiene música dentro. El sonido del corazón es la música más cerca que tenemos, el sonido de la sangre en tus venas es música. Nos ha elegido a todos.

--¿Cómo está en la actualidad el mundo del jazz?

--Mi música es minoritaria. Podría ser bastante mayoritaria si se empezase de la base, si desde las escuelas se potenciase un poco más lo que es la música, sobre todo en España. Que yo me considero español, no catalán (risas), aunque vivo en Cataluña. Si no eres conocido, la gente no va a tus conciertos. Si yo acompaño a Belén Esteban es posible que se llene el teatro.

--Sus discos se los autoproduce, ¿tiene alergia a las grandes discográficas?

--No. Lo que pasa es que hay una gran diferencia entre el pop y la música que yo intento hacer. Es tan minoritaria que incluso hasta en las grandes compañías no interesa. Ojalá les interesase, ¡me conocerían! (risas). Uno decide lo que quiere. Yo no soy famoso, no me conocen, pero afortunadamente, en mi humilde y pequeño mundillo, hago lo que quiero y lo que siento. Y es lo que haremos hoy, con honestidad y con total libertad.