La Opera Real de Londres ha anulado su contrato con la diva norteamericana Deborah Voigt debido a que su excesivo peso no le deja interpretar el papel de Ariadna auf Naxos , pero sobre todo porque no entra en el vestido negro previsto para la ocasión, según revela The Sunday Telegraph en su edición de ayer.

"Aunque Voigt es una cantante magnífica, el vestido y el tipo de producción previstos provocan que no sea una buena idea verla figurar en esta ópera de Richard Strauss", justificó Peter Katona, director de casting del Royal Opera House, en el Covent Garden.

"Tengo las caderas amplias y parece que el Covent Garden tiene un problema con ellas" denunció la soprano norteamericana en el semanario británico. Aunque el peso de Deborah Voigt es un secreto --los observadores creen que debe pasar entre 90 y 120 kilos--, su generoso físico parece incompatible con la puesta en escena, que le exige subir y bajar escaleras, correr y tierarse al suelo, entre otros ejercicios.

SER CREIBLE

"La cuestión no es sólo saber qué aspecto tendrá una persona en el escenario, el problema es también el de saber como evoluciona en escena, ya que hace falta que sea creíble", declaró Peter Katona. Preguntado por The Sunday Telegraph sobre esta decisión, después de que Deborah Voigt fuera contratada hace cinco años, época en la que su peso era aproximadamente el mismo. Katona alegó que ha habido un cambio en la puesta en escena de la obra por una decisión adoptada con posterioridad.

"Seamos francos: Deborah no es monstruosamente gorda" --denunció Michael Benchetrit, el representante de la cantante--, el problema es que el Royal Opera House quiere conservar un vestido negro que no le va a Deborah, dijo.

La Opera de Londres se ha decantado finalmente por Anne Schwanewilms, una cantante alemana bastante más delgada, para sustituir a la soprano norteamericana.