El guarda del castillo de Loarre, José Antonio Castrillo, que heredó de su padre el cargo, se maravillaba el 28 de diciembre, último domingo del 2003, al recibir a 400 visitantes cuando un año antes por las mismas fechas, con 40 turistas, se las veía negras para organizarlos en grupos. Pero cuando el pasado 4 de enero cortó 2.000 entradas, vio que el recinto medieval del siglo XI entraba en otra dimensión.

Efectivamente, al día siguiente, quedaba cortada la carretera al castillo desde el cámping situado tres kilómetros más abajo. Al mismo tiempo se interceptaban los caminos por el monte que pudieran facilitar cualquier acceso al punto donde el próximo lunes el director Ridley Scott dará el primer golpe de manivela a la película Kingdom of heaven (El reino del cielo ). En coproducción con la Fox, va a invertir 100 millones de dólares (86 millones de euros). Más cara que Gladiator , la anterior.

EXPECTATIVAS

La alcaldesa de Loarre, Teresa Jaime, no ocultaba ayer que, después de tantas expectativas en el pueblo sobre la película, (desde octubre trabajan albañiles y peones construyendo un poblado real de siete chabolas y escaleras internas en los cubos; desde noviembre, los varones de 18 a 60 años elegidos en el casting se han dejado la barba; hay un formidable movimiento hostelero), ahora "la gente en general está molesta porque no la dejan subir ni a la sierra". Hasta el 30 de enero, en que todo el equipo de rodaje se marche a Segovia, el castillo de Loarre será más inexpugnable que nunca.

Ya están todos por el pueblo. Pero en lugar de notarse en las calles y en la subida al castillo el ajetreo y el vaivén de vecinos espectadores de 1982 cuando se rodó Valentina con Anthony Quinn, ahora todo es un pasar de coches, furgonetas, camiones y trailers con los cristales tintados y un rosario de controles. La Fox ha impuesto silencio total sobre la película y ocupa el cerro.

Apenas se ve gente por las calles. Félix Bretos, un hombre que sobrepasa los 65 años, explicaba cómo le animaron a presentarse al cásting algunos amigos "por si necesitaban en la película alguien que subiera con ovejas", pero las normas eran estrictas. Nadie mayor de 65 y todos contratados y con la Seguridad Social a cargo de la empresa.

Mariví es una joven del pueblo que, tras presentarse como extra, prefirió trabajar en el cátering que funciona en el castillo desde el pasado lunes. La alcaldesa repasa junto al ingeniero municipal algunas calles deterioradas por los camiones.

En una nave rústica situada a las afueras de Loarre, un equipo de vestuario realiza por goteo los últimos ajustes a la ropa de los cerca de 300 figurantes. Casacas, cascos, capuchas, cinturones y espadas que han venido "de Londres, Italia, Chequia y Madrid". De 9 a 18 horas, con un descanso para comer en la hospedería, trabaja el equipo, supervisado por norteamericanos.

La fábrica de producción de la película funciona a tope intramuros del antiguo seminario de Huesca, en la plaza más alta de la ciudad. El caserón de altos techos con patio interior, está plagado de haces de cables que alimentan ordenadores y teléfonos y de letreros en inglés, bajo una luz anticuada de fluorescentes. La productora española Calle Cruzada confirma el hermetismo de la Fox. Imposible facilitar acreditaciones. En el medio del monte, un guarda jurado decía: "Hemos tenido que sacar a gente que se colaba"

En el hotel Villa de Ayerbe, donde se alojan, además de Ridley Scott, los actores Orlando Bloom (el elfo en El Señor de los Anillos que ahora hace de herrero protagonista en el poblado medieval) y David Thewlis (el profesor Lupin en Harry Potter ), tiene reservadas por el equipo de filmación sus 32 habitaciones y de día permanece vacío. (Han pedido una sala de musculación y Scott desayuna queso de cabra y fruta).

Hace 22 años, cuando Valentina , Teresa Jaime recuerda que subía con las mujeres, "en las horas buenas de la tarde" a ver el rodaje. Entonces, los actores niños que eran Jorge Sanz y Paloma Gómez, le quitaban las chocolatinas al guarda del castillo, José Antonio, que es el marido de la alcaldesa.