Trozos de tubería, latas de aceite industrial, monedas, llaves viejas y mucho ingenio componen los instrumentos de la orquesta de niños de Cateura, que debuta hoy en el Auditorio Nacional de España en Madrid. Provenientes de un barrio estigmatizado por su pobreza y su cercanía al vertedero de Asunción, la treintena de niños paraguayos que componen la Orquesta de Instrumentos Reciclados demostrará en España cómo han empezado a transformar su comunidad gracias a la música y el empeño.

Corría 2006 cuando Favio Chávez, de 37 años, ingeniero ambiental apareció en Cateura, una barriada de calles sin asfalto. Chávez llegó para terminar su tesis sobre separación de residuos, pero los hijos de los gancheros, como son conocidos en Paraguay los trabajadores del vertedero, reclamaban su atención mucho más que la basura. Técnico, pero también músico, decidió traer dos guitarras para entretener a los chicos mientras sus padres y madres trabajaban. "Había que alejarlos de las máquinas peligrosas, de la suciedad" recuerda Chávez, ahora director de una escuela de música financiada con donaciones y con las actuaciones de la orquesta infantil. "Cada vez venían más niños y no había instrumentos para todos. Ahí apareció el talento de Don Colá", dijo a Efe Chávez sentado en una de las aulas donde ahora imparte clases de forma gratuita a unos 150 niños del barrio.

"Ahora cientos de niños de Cateura y alrededores sueñan con estudiar música, tocar, viajar, con salir del barrio. La escuela los acepta a todos y cuando se van formando van entrando a la orquesta que sale de gira.