El escultor zaragozano Alfonso Ortiz Remacha invita a descubrir el misterio de la creación del mundo. Según la leyenda, Zeus hizo volar dos águilas desde dos puntos opuestos del universo y allí donde se encontraron se estableció el ombligo del mundo, el centro del universo, el origen de la creación. Ese lugar es Delfos donde se colocó una piedra en forma de huevo cósmico llamada ónfalo. Pero el lugar donde se coloque el ónfalo se convertirá también en el centro del mundo. Será el centro cósmico, donde se establecerá la comunicación entre los diversos mundos: el de los hombres y el de los dioses. Y ese lugar es ahora Zaragoza en plena plaza del Pilar, en la Galería Pilar Ginés.

El escultor, que reivindica la herencia cultural clásica griega, presenta en esta muestra esculturas en bronce, madera, resina y alabastro, en las que se aprecia a los dioses asomándose al escenario humano. En su guerra eterna por el dominio del mundo, vigilando la creación del universo e interactuando con los seres humanos.

Tiene gusto por el modelado y no esconde las huellas que deja sus herramientas. Más aun, las utiliza como parte de la textura de la superficie. Le gusta mezclar materiales como el alabastro y el bronce. Esas distintas calidades de texturas producen sensaciones táctiles muy diversas.

Alfonso Ortiz Remacha estudió en la escuela de artes y oficios artísticos en la antigua sede de la plaza de los Sitios.