MONO Y ESENCIA

Aldoux Huxley

Cátedra

Para una gran mayoría de lectores Aldous Huxley es conocido por ser el autor de Un mundo feliz, una novela distópica de gran popularidad por los sombríos -y certeros- vaticinios que contiene sobre cuál puede ser el porvenir del ser humano. Pero no fue esta la única novela del autor que manifiesta un cierto tono de profecía amenazante. Algunos años después de aparecer la obra que más famoso le haría, Huxley publicó otra fábula distópica, Mono y esencia, que ahora ha recuperado Cátedra en su colección Letras populares en una completa edición de Jesús Isaías Gómez López, que también ha sido el traductor.

Como bien señala el editor, entre las dos novelas hay una diferencia fundamental: Mono y esencia se publicó en 1949, es decir, cuando era ya completamente posible que la raza humana pudiera periclitar por la amenaza nuclear creada por ella misma. Precisamente ese hecho marca el tono de esta sátira, más pesimista si cabe que Un mundo feliz. También es distinta la manera en la que el autor muestra su escepticismo en el destino del progreso humano, expuesto en términos más amargos a la vez que apasionados, con una expresividad casi violenta en algunos momentos.

Si, como recuerda Jesús Isaías Gómez, Huxley tenía en el fondo fe en que el hombre podría salir adelante gracias a su propia capacidad, Mono y esencia parece la novela de un humanista cansado de ver cuán fácilmente se puede echar a perder una prometedora evolución.

Es también interesante el modo en que se presenta la narración, en forma de un guión cinematográfico rechazado por las grandes productoras hollywoodienses. Huxley sabía de qué hablaba, ya que él mismo trabajó para dichas productoras en sus primeros años de estancia en California, durante los años 30. Y por la visión que refleja en la novela, sus recuerdos no debieron ser muy afectuosos.