Aunque ha empezado su intervención resaltando que no iba a hablar mucho porque era «hombre de imágenes y no de palabras», solo ha habido que hacerle una pregunta para que Manuel Outumuro empezara a desvelar su universo fotográfico. «Me crié en Galicia en un medio rural y mi infancia, en la que llevaba a las vacas a pastar, ha sido un regalo y un antídoto para mi vida posterior porque ha condicionado mi forma de ver las cosas», ha arrancado la explicación el fotógrafo que ha continuado hablando claro: «Vengo de pisar estiércol, de hacer figuras con el barro, y de la luz que se reflejaba en el agua de ese campo. La vida es barro, que es la figura, y luz, que es el alma». Y desde esas dos premisas parten los retratos del gallego: «No soy muy creyente pero es como eso de que el ser superior esculpió en barro al hombre a su imagen y semejanza. Algo de eso hay en mi forma de encarar los retratos. Tienes un físico delante y con la luz potencias y sacas el alma siempre de una forma respetuosa para que esta no sea opaca sino que respire su propia luz». De esta forma de trabajar han salido miles de retratos de la cámara de Manuel Outumuro de los que 130 se exponen desde hoy en La Lonja de Zaragoza dentro de la programación de PHotoEspaña. Outumuro ha estado acompañado de la vicealcaldesa del Ayuntamiento de Zaragoza, Sara Fernández; y de la directora de exposiciones del festival, Ana Berruguete.

De barro y luz, abierta hasta el 10 de enero, aúna fotografías de diferentes personajes realizadas a lo largo de los últimos 25 años. Por ejemplo, Penélope Cruz, Pau Gasol, Quim Gutiérrez, Leticia Dolera, Rosa Regàs, Ariadna Gil, Emma Suárez, Juliette Binoche... todos realizados «por encargo con todo lo que ello conlleva», explicó Outumuro, conformando una auténtica crónica visual de la historia de la España contemporánea.

Auténticas obras de arte que Outumuro trata con sumo detalle: «Hay que limpiar al personaje porque figurar sabemos todos y eso va en contra del retrato. Hay que desmontar al fotografiado, sorprenderle y limpiar esos tics equivocados que tiene. El mejor retrato sale cuando te olvidas de la cámara», ha aseverado Outumuro. De ahí que el fotógrafo haya reconocido que tiene «una relación de amor y odio con la cámara... Muchas veces hago las fotos y cuando estoy mirando el resultado y veo al fotografiado pienso, ‘esa es la foto’. La magia surge cuando no se siente observado», ha reflexionado en voz alta el artista que ha colaborado en numerosas revistas nacionales e internacionales, que ha rematado el pensamiento: «La proximidad a veces va también en contra de lo que quieres conseguir porque el personaje se puede sentir invadido. Es difícil lo de las distancias».

¿Cómo ha sido la selección de los retratos que forman parte de esta exposición? «Por impulso... los retratos que me gustaban. Empecé a fotografiar tarde, a los 40 años, con dos estudios de diseño gráfico en Nueva York y Barcelona así que tuve muy claro que iba a ser muy libre. No iba a hacer las concesiones que había hecho a algunos clientes en la tipografía, hago la fotografía que quiero. Es verdad que hay muchos intereses con los que tienes que lidiar y algunas fotos no ven la luz porque los agentes, por ejemplo, de las personalidades no lo ven claro pero son las reglas del juego», ha explicado junto a sus obras.

Este De barro y luz también incluye una serie de composiciones en las que la fotografía y la pintura se entremezclan en un juego en el que este reta a sus modelos a recrear personajes u obras de la historia del arte universal.

Outumuro, además, tiene claro «que hay enseñar a leer las fotografías. Yo soy un lector de imágenes. Cuando lees un texto no te quedas con la frase sino con el sentido que tiene en un contexto determinado. Lo mismo hay que hacer con la imagen, hay que mirar más allá, reflexionar sobre ella».

La Lonja ha organizado visitas guiadas para centros educativos, familias y público en general con reserva previa. Las visitas para el público en general están programadas los domingos a las 11.00 horas y para familias los sábados desde las 18.00 horas. La exposición se podrá visitar hasta el 10 de enero de martes a sábado de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 21.00 horas y los domingos y festivos solo en horario matinal. La entrada es libre aunque hay restricciones de aforo por motivos sanitarios.