El Own Spirit celebrará el próximo mes de julio su V edición, la segunda en la localidad oscense de Baldellou, junto al embalse de Santa Ana, donde quiere consolidarse como un festival holístico y sostenible, único en España de sus características, comprometido con el medio ambiente y con la educación en valores y donde no falta la música y la diversión.

Inspirado en otros festivales predecesores como el Boom Festival de Portugal, el Burning Man de EEUU o el Ozora de Hungría, el festival que dirige Francesc Ibáñez celebró las tres primeras ediciones en Manresa, desde donde el pasado verano dio el salto a Balldellou, una pequeña localidad de la comarca de La Litera donde viven 40 personas y en la que han acondicionado un terreno de 15 hectáreas.

Uno de los objetivos del festival, que en 2019 se celebrará del 24 al 29 de julio, es contribuir a la dinamización de la zona en la que se asienta y todos los productos que se consumen en el recinto son de proximidad, y además la huella de carbono se transforma en árboles plantados, como ha explicado a Efe Francesc Ibáñez.

Su compromiso es generar los mínimos residuos posibles y por eso a cada participante le cobra una "ecofianza" de cinco euros por un kit de reciclaje que se abonan cuando el participante lo devuelve con los correspondientes residuos.

Pero además utilizan el ocio para lanzar un mensaje educativo y trabajar valores de respeto no solo hacia el medio ambiente, sino hacia la mujer y en el consentimiento en las relaciones.

El Own Spirit quiere ser un festival multidisciplinar y abierto a todas las edades y con esta idea se ha concebido un recinto con distintos espacios y escenarios para circo, acrobacias, música, conferencias o terapias sanadoras como yoga, temazcal o mamayurta que se configuran en torno a una plaza gigante con forma de corazón visible desde el cielo, donde se asientan los servicios, el mercadillo artesanal y los espacios de alimentación.

En el ámbito musical, Ibáñez ha explicado que quiere convertirse en el festival de referencia de la escena "psitrance" (música electrónica y psicodélica), aunque también dedican espacio a otros panoramas musicales como la música chillout y de otras regiones del mundo, y para la próxima edición ya está cerrada la presencia de unas bandas de Argentina de música andina.

A lo largo de las cuatro ediciones pasadas ya han pasado por el festival unos 400 dj's y artistas y 10.000 participantes, la mitad de ellos extranjeros procedentes de 43 países, encabezados por franceses, mexicanos, italianos, alemanes, portugeses, indios y griegos, pero también búlgaros, chinos y tailandeses.

Hasta la fecha el festival se ha autofinanciado, pero ahora busca nuevos apoyos para poder convertirse en el festival de referencia en Europa y "ejemplo de sostenibilidad" ha precisado Ibáñez.

Las entradas ya han salido a la venta a un precio inicial de 90 euros para los cinco días, con derecho a acampada y actividades, y que alcanzarán los 150 euros en taquilla.

Para promocionar el Own Spirit, a partir de febrero se llevarán a cabo presentaciones en distintas partes de Europa como París, Grecia, Londres, Roma y Florencia, pero también en Barcelona, Lleida, Madrid o Valencia gracias a las relaciones que mantienen muchos de los dj's participantes, entre ellos el propio director del festival, por todo el mundo.

Ibáñez no quiere que el recinto ubicado en un espectacular espacio sirva solo para su uso durante cinco días al año y también se han establecido contactos para que puedan celebrarse otro tipo de eventos de carácter holístico como encuentros de yoga o de otras disciplinas que tengan la misma filosofía de respeto al entorno.

En general, quien acude a este tipo de eventos es gente que "ama la naturaleza" y los productos de la zona por lo que también se promocionan con los negocios y establecimientos de la zona a atraer turismo verde.

Fruto de este intercambio, el pueblo de Baldellou cuenta con un nuevo vecino, un joven granadino que llegó atraído por el festival y que ahora colabora en la recuperación de edificios como el antiguo horno o como mano de obra en la recolección de la aceituna para la antigua almazara