El Ayuntamiento de Zaragoza ya tiene en propiedad el edificio contiguo al Museo Pablo Gargallo y que servirá para ampliar este centro, una propuesta que lleva encima de la mesa del consistorio desde hace casi un lustro. El acuerdo final con los propietarios --en principio eran varios y por eso se desechó ya que era complicado llegar a acuerdos con todos ellos, hasta que al final, quedó reducido a un titular y entonces se empezó a negociar-- se llevó a cabo hace un año, aunque no fue hasta la semana pasada cuando se firmaron las escrituras de propiedad a favor del Ayuntamiento de Zaragoza

La adquisición del inmueble (ha sido por permuta), situado por detrás del museo --que da a la calle Torrenueva, lindante con el Palacio de los Condes de Argillo-- permitirá añadir al espacio museístico 600 metros cuadrados y obtener tres ventajas importantes: "Mejorar la exposición de las piezas; organizar los servicios públicos, como puede ser la puesta en marcha de una tienda, y plantear la ampliación de la colección, ya que ahora es imposible por falta de espacio", aclaró la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, pero también servirá para "mejorar los accesos al centro".

El primer paso ya está dado, pero aún habrá que esperar para que el proyecto se haga realidad, ya que el edificio está medio en ruinas. De momento, el presupuesto del consistorio prevé una partida de 90.000 euros para la redacción del proyecto de ampliación del museo, que se hará por concurso. Este se redactará a lo largo de este año, pero habrá que esperar a los próximos ejercicios para comenzar las obras de adecuación de este nuevo espacio.

Cristina Gil, directora del centro considera que es necesario que "el proyecto unifique proyectos en varias direcciones", aunque reconoce que "el edificio, distribuido en plantas, también limitará el uso que se le vaya a dar". Gil considera que es necesario "costrastar opiniones y coordinar esfuerzos; por eso habrá comisiones que estudiarán cómo debe ser la distribución".

Por eso, habrá que ver las posibilidades del inmueble, la restauración y cómo pueden ser utilizadas. Cristina Gil explica cuáles pueden ser las líneas a seguir, aunque primero afirma que la suya "es sólo una opinión y que el proyecto debe ser las suma de todas las opiniones...".

Esta mayor dotación de espacio serviría para mostrar escayolas guardadas que sirvieron para la creación de obras, como Los caballos ; ampliar el Fondo de Documentación, que es muy numeroso. "Hay que tener en cuenta que se quiere que instalaciones que ya existen se amplíen, para que así las obras respiren", asegura.

Y añade, habría una librería, más que una tienda, especializada, que recogería los textos sobre Gargallo; se podría recuperar una sala de la proyección externa del escultor, de la obra que está en el mundo, como en Barcelona o el cementerio de Canet de Mar.