Los museos de toda España, y prácticamente los de todo el mundo, vivieron en el 2020 su particular 'annus horribilis'. Los de Zaragoza no iban a ser una excepción y sus salas y museos municipales han visto cómo se desplomaban sus visitas como consecuencia de la pandemia. El cierre total durante el confinamiento, las restricciones de aforo tras su reapertura y la ausencia de visitantes foráneos han marcado unas cifras que pasarán a la historia por exiguas. En total, los centros expositivos dependientes del ayuntamiento de la ciudad, entre los que se encuentran algunos tan emblemáticos como la Lonja, el Foro o el Centro de Historias, recibieron durante el año pasado 208.927 visitas, frente a las 579.971 del 2019.

Obviamente, los datos son malos, pero tampoco tanto teniendo en cuenta la magnitud de la crisis sanitaria y que los museos estuvieron cerrados tres meses. Todo ello demuestra que los zaragozanos han respondido a las exposiciones y programación planteadas y que tenían ganas de cultura. Y es que, sin esta respuesta, las cifras hubieran sido mucho peores.

Una de las salas que más ha notado la caída de visitantes de fuera de la comunidad por su ubicación en plena plaza del Pilar ha sido la Lonja. Sus números hablan por sí solos: en el 2019 recibió 184.013 visitantes, mientras que el año pasado fueron 53.577. Este espacio acogió durante el 2020 tres exposiciones: la retrospectiva de la artista burgalesa Paloma Navares, 'El sueño de la razón, la sombra de Goya en el arte contemporáneo' y la del fotógrafo Manuel Outumuro. Esta última, además, no ha podido disfrutarse plenamente, ya que la rotura de una tubería que da suministro a una boca de incendio obligó a cerrar la Lonja el pasado 13 de noviembre y aún no ha podido reabrir sus puertas. La exposición de Outumuro estaba prevista hasta el 10 de enero, pero tuvo que ser retirada por estos problemas.

Los museos de la Ruta de Caesaraugusta (Foro, Puerto Fluvial, Termas Públicas y Teatro de Caesaraugusta) y el Museo Pablo Gargallo también han sufrido los envites de la pandemia. En conjunto recibieron durante el 2020 un total de 58.300 visitantes, frente a los 184.420 del año 2019. Todos ellos, sobre todo los ubicados en las zonas más turísticas de la ciudad, percibieron también la falta de turistas. Igual que la Lonja, estos últimos museos reabrieron sus puertas el pasado 9 de junio, cuando Zaragoza entró en la fase 3 de la desescalada del estado de alarma.

Cinco días antes reabrió el Centro de Historias, que el año pasado se erigió como el espacio expositivo municipal más visitado de la ciudad. Sumó 72.420 usuarios. Son muchos menos que los 139.221 del 2019, pero la cifra no es nada desdeñable, algo a lo que también han contribuido las actividades programadas (en Navidad, por ejemplo, acogió diferentes espectáculos y espacios infantiles como la casa de Papá Noel).

Por su parte, la Casa de los Morlanes, el Palacio de Montemuzo, el Torreón de Fortea y la sala ubicada en el Museo Pablo Gargallo que acoge exposiciones temporales también vieron desplomarse sus visitas. En total, recibieron 15.623 visitantes a lo largo del año pasado, frente a los 37.845 del 2019.

El último espacio expositivo municipal que queda, el Museo del Fuego y de los Bomberos, también ha notado los efectos de la pandemia, más si cabe teniendo en cuenta que está muy enfocado al público infantil. En concreto, el año pasado recibió 9.007 visitas, mientras que en el 2019 atrajo a 34.472 personas.

La dura crisis sanitaria ha roto la buena tendencia que venían registrando los museos municipales en los últimos años, con incrementos de visitas progresivos ejercicio tras ejercicio. Lo mismo les sucederá a los espacios expositivos dependientes del Gobierno de Aragón, que aún está recabando los datos del año pasado.

El que ya publicó sus cifras hace solo unos días fue CaixaForum Zaragoza: durante el 2020 recibió 125.188 visitantes, un 45% menos que en el 2019.

Y es que la tendencia ha sido la misma en todos los museos del país. En los estatales, la caída rondó de media el 70%. De hecho, las tres grandes pinacotecas de Madrid, el Prado, el Reina Sofía y el Thyssen, registraron el peor descenso de su historia. El Prado perdió un 73%, el Reina Sofía un 71,8% y el Thyssen un 67% respecto al 2019. El Prado, el quinto museo más grande del mundo, pasó de romper su récord en el 2019 con la celebración de su bicentenario y la visita de 3,2 millones de personas, a reducir su afluencia hasta los 852.161 visitantes.