-¿La cuestión Dante es un 1984 a lo yanqui?

±Vivimos en una sociedad en la que estamos permanentemente asediados por lo tecnológico, vigilada incluso a través de los teléfonos móviles, webcams, etc. En este libro se habla de la vigilancia de una forma implícita y de esa sensación de apartar lo cultural y quedarse solo en lo político y en lo social. Por tanto, sí que podría apuntar a esa forma de ver la realidad que tenía Orwell en 1984.

-¿Están justificadas determinadas acciones oscuras por parte de los estados para salvaguardar el llamado interés general?

±No, nunca. Se empieza por ocultar una información que pueda ser vital para la sociedad, luego comenzamos a matizar lo que es vital y lo que no y terminamos abordando las propias necesidades de los individuos. Cualquier coartación de la libertad de los individuos me parece que siempre apunta al desastre de cualquier civilización.

-Para la elaboración de esta novela, se ha acercado a algunas teorías conspirativas. ¿Cuál ha sido la experiencia? ¿Hasta donde ha llegado?

±He llegado más lejos de lo que pensaba al principio porque la idea inicial era escribir un libro en el que cuando se cierra la última página, el lector tenga la sensación de lo que se ha trastocado no es su propia realidad a la hora de leer, sino a la hora de vivir. Para conseguir eso me tuve que poner al día con las teorías de la conspiración porque sabía lo justo. Y me dí cuenta de que la definición de teoría de la conspiración es equivocada, más bien de lo que hablamos es de una teoría de la realidad según la cual las versiones que nosotros manejamos son capciosas, engañosas y adulteradas, existiendo una versión alternativa que estaba salvaguardada solo por unos pocos.

-¿Por qué Dante?

±La idea que yo tenía era que la novela planteara el enigma de la identidad. Y la mejor manera de hacerlo era verte desde fuera. Dante es un personaje del que se puede colegir, al final de la novela, que pueden ser dos: Dante Veryl, el protagonista mayor del libro, o puede ser Virgil Clyde. El tema de la doble identidad es algo que siempre me ha fascinado y en este caso uno de los personajes está atrapado en un infierno y el otro intenta que escape de ahí.

-De la Segunda Guerra Mundial hasta el fundamentalismo islámico. La derivación es vertiginosa.

±Los primeros rasgos de fundamentalismo islámico comienzan a gestarse en los años 50 y, a partir de ahí, son muy divergentes los criterios que utiliza Occidente para combatir al presunto rival árabe y los criterios que manejan los países árabes para luchar contra la occidentalización en sus zonas.

-¿Tanto peligro suponen para los estados personajes como Assange o Snowden?

±Yo no sé hasta qué punto no pueden ser reabsorbidos por el sistema. Assange y Snowden son los males necesarios de un sistema que deja ver todas sus miserias, pero que al mismo tiempo la cauteriza absorbiendo a aquellos que se han convertido en sus enemigos. La estrategia es muy clara: si la visión que se da de aquellos que dijeron la verdad es que en realidad no son los portadores de la misma, los ciudadanos empezaremos a confiar más en el propio sistema.

-¿Cuántos secretos quedan por conocer del siglo XX?

±He leído muchas cosas que me han inquietado enormemente. Hay tantas cosas que resultan inquietantes y que, posiblemente, encubran una verdad mucho más dañina y dolorosa que, en cierto modo, prefería saberlo, pero por otra parte, quizá para salvaguardar la cordura, optabas por no conocerlo. No obstante, lo más peligroso no es lo que ha ocurrido en el siglo XX, sino lo que pasa actualmente.