Después de destinar parcialmente los beneficios de su primera película, Maktub, a sufragar la construcción en España de un centro de trasplantes de médula ósea para niños, el director Paco Arango vuelve con Lo que de verdad importa, que toma su nombre de una fundación infantil de Madrid (en inglés el filme se llama The Healer). Esta vez el 100% de lo recaudado irá a unos campamentos para ni- ños con enfermedades, Serious fun children´s network, (iniciativa del actor Paul Newman), la primera producción internacional en hacerlo. Ayer la presentó en Zaragoza en un preestreno privado, y llegará a las pantallas el 17 de febrero.

-Es su primera producción internacional, ¿qué le ha movido?

-Yo he vivido mucho tiempo en Estados Unidos, estuve un año trabajando con un guionista que trabajó en Rain man, película que se convirtió en algo más grande de lo que yo pensaba… entonces decidí que como no tenía muchas ayudas en España, ya que iba a pescar, pues prefería pescar fuera, y entonces me la jugué. Y donde tuve la ayuda fue en Canadá, donde la política fiscal me sufragaba el 50% del coste de un trabajador. Básicamente fue, ¿dónde recibo la máxima ayuda? Pues ahí me voy.

-La historia comienza con un ingeniero, luego aparecen elementos de fantasía...

-La historia, en un resumen muy parco, es la de un hombre egoísta que descubre que tiene el poder de curar, que le viene de sus ancestros familiares, pero éste rechaza esos poderes, aun bajo la advertencia de que si lo hace ya no habrá marcha atrás. Luego conoce a una niña adolescente enferma que quiere hacer un regalo a sus padres, quiere hacerles creer que él le va a curar. Esto le hará recapacitar; la película es un cuento divertido, ameno, que te robará el corazón.

-¿Es una comedia, un drama...?

-Los anglosajones usan el término «dramedy»... esto es una comedia que estruja el corazón. Te ríes, sueltas alguna lágrima, pero sales del cine feliz. Para tomarte en serio una comedia tiene que haber toques de drama, y además con el humor la gente baja la guardia, y ahí es donde puedo robarles el corazón.

-¿El filme es, como en ‘Maktub’, una «celebración de la vida»?

-Mi fundación, Aladina, está muy ligada a la fundación del actor Paul Newman. Yo lo conocí en su día, y lo que la gente no sabe de él es que el aparte de ser actor creó una línea de comida que era cien por cien benéfica, con la que ha donado 540 millones 16 años, de ahí que mi película tenga ese carácter también. Gran parte de ese dinero fue donado para crear los campamentos Serious fun children´s network, para los que van a ir los beneficios de esta película, treinta en todo el mundo. Son campamentos donde un ni- ño enfermo tiene una experiencia veraniega curativa, no es un premio por estar malos, es realmente una experiencia. Cuando me vi involucrado, me sorprendí de lo poco que la gente conocía estos campamentos. Entonces dije, que tengo que hacer algo para ayudarles. Yo espero que esta película de conocimiento y espero generar ingresos para todos los campamentos en todo el mundo, como en Italia, Francia, Irlanda o Estados Unidos.