Pese a a haber nacido en Madrid, Pasión Vega (1976) pasó toda su infancia y juventud en Málaga. Después vino una dilatada carrera artística que se traduce en una docena de discos y en el reconocimiento del público y la crítica.

--Hoy presenta Dos pianos con pasión (cartas desde Nueva York) que lleva a cabo con el Dúo del Valle. ¿Qué nos vamos a encontrar en esta propuesta?

--Es un concierto bastante original en todos los aspectos. Es la primera vez que me acompañan dos pianistas clásicos con dos pedazos de piano de cola sobre el escenario como único acompañamiento. Hemos conseguido un repertorio muy atractivo formado por joyas de nuestra música popular clásica. La base fundamental del espectáculo son las canciones de Manuel de Falla y de Lorca y a partir de ahí vamos abriendo el abanico hacia otras influencias musicales que han sido cantadas por voces líricas. Tiene mucho de andaluz y español y de otros lugares del mundo, de ahí el nombre de Cartas desde Nueva York.

--¿Qué influencias musicales han caracterizado su trayectoria?

--Es una pregunta muy amplia, pero no es difícil de contestar. Tengo mucha influencia de cantautores, especialmente de Serrat, también de la copla, del flamenco y de la canción latinoamericana. En mi casa siempre se ha escuchados muchísimo a Carlos Gardel, Mercedes Sosa, Imperio Argentina... Aunque introduzca cosas nuevas, más actuales, siempre me gusta volver la vista a mis inicios y potenciarlos.

--¿Le han propuesto participar en algún talent show como jurado?

--No de ámbito nacional, pero sí me han propuesto participar en programas de este tipo en alguna televisión autonómica. Lo que pasa es que a mí no me gusta juzgar a los demás, no me siento con capacidad porque sé lo complicado que es comenzar una carrera o presentar a un concurso. Precisamente, la primera aparición que tuve en este mundo fue en una radio y sé lo mal que se pasa cuando se está al otro lado del micro y lo difícil que es valorar a un artista que empieza. No quiero hacer de mala (ríe). Además, por el momento estoy muy centrada en mis conciertos y no tanto en otro tipo de cuestiones.

--Coincidiendo con el cambio de discografía, a partir de 2001, experimentó una evolución en su estilo musical, acercándose a otros ritmos, como los boleros, sonidos más latinos blues... ¿A qué se debió?

--Yo creo que obedece a que me empecé a mover en otros ámbitos, me fui a vivir a Madrid y a conocer a gente nueva. Tengo que agradecer a la compañía que me diese mucha libertad para buscar mis propios temas. Mi primer disco estaba formado por temas muy melódicos, con temas de José María Purón, Serrat... era un disco que apuntaba hacia esos aromas. Pero se cruzó el Lope de Vega en mi camino.

--En 2012 estuvo nominada a los Grammy Latinos. ¿Que supuso?. ¿Aspira a conseguir este galardón?

--A nadie le amarga un dulce (ríe). Me hizo mucha ilusión estar nominada y me trataron fenomenal. Fue muy bonito porque es un reconocimiento muy importante en Latinoamérica. Además, pude reconocer a muchos músicos y gente muy interesante. Si el día de mañana me conceden un Grammy lo acogería con mucho cariño.