El fundador del grupo Jarabe de Palo, Pau Donés (Montanuy-Huesca, 1966) , recién operado del cáncer que combate, ha sostenido que "la sociedad aún no ha recibido el mensaje de que el cáncer, como antes el sida y las hepatitis, es una enfermedad que se puede controlar".

"No siempre, pero algunas veces sí", ha matizado Donés en una entrevista con la Agencia EFE, en la que ha celebrado encontrarse "bien" después de su última operación y ha bromeado con su intención de cargar con jamón de Salamanca para llevarse a casa.

Donés ha remarcado que "es importante que la gente sepa" que el cáncer ya no es en todas las ocasiones sinónimo de muerte, algo que saben los propios enfermos y el personal sanitario pero no la sociedad en general.

"Muchos amigos míos no me llamaron... igual que con una gripe te llaman para preguntar qué te pasa... pues para el cáncer no; y es que les daba tanto miedo de que les cogiera el teléfono y les dijera: 'me voy a morir...', y entonces les tuve que llamar yo para decirles, 'tranquilo que no'", ha explicado el músico.

Ha lamentado que aún hoy el cáncer es una enfermedad que "asusta mogollón": "de saque nos asusta, pero a nuestro entorno mucho más, porque cáncer se asemeja a muerte" y se realiza la asociación de "tienes cáncer-te mueres".

Y entonces aparece "el miedo": "cuando los humanos tenemos miedo miramos para otro lado o escondemos la cabeza como el avestruz... porque el miedo de alguna manera nos castra".

Donés ha explicado que fue eso lo que vivió con su propia familia y por ello trató de "normalizar la enfermedad" con un planteamiento: "Eh, tengo cáncer y me puedo morir, pero no de momento, o alguien puede encontrar un remedio... como con la gripe, la enfermedad que más ha matado en el mundo".

Fue ese el motivo que le llevó a encarar de una manera pública y de cierta "exposición", para tratar de "desestigmatizar y normalizar el asunto" y que el dolor de su familia fuera menor, ha añadido.

Sobre su presencia como ponente en este Congreso Nacional de Enfermería Oncológica, ha reconocido que se trata de una especie de "necesidad de agradecer mutua", en referencia a la invitación para participar en este foro -celebrado entre el miércoles y el viernes pasados- y a su respuesta afirmativa.

Donés ha confesado el "descubrimiento" que tuvo sobre la importancia de los cuidados de la enfermería cuando estuvo ingresado de gravedad en el hospital: "los protagonistas son ellos, los que nos curan, los que nos consuelan, nos alivian el dolor, nos cambian las cacas... esa dadivosidad ha sido algo que me ha emocionado y alucinado".

"Pensaba que en este mundo no había gente así, capaz de hacer los sacrificios que hacen por nosotros...a parte de mi madre", ha apostillado, convencido de que hará "lo que haga falta" para ensalzar el "buen hacer" del personal sanitario que atiende a los pacientes en los hospitales.

Ha reconocido que es más fácil entender esta sensación de agradecimiento hacia los profesionales de la salud si has estado ingresado en un hospital por una dolencia grave, porque "hay que vivirlo" para llegar a comprender hasta dónde llega la entrega.

"Estoy en una necesidad de agradecer, soy muy de agradecer; igual que soy de pedir perdón cuando la cago", ha sentenciado Donés, quien ha añadido que nunca pensó que su apoyo al personal sanitario fuera a generar la reacción que ha generado entre estos profesionales de la enfermería.

Algo similar le ocurrió con una mujer de unos 80 años que le abordó por la calle para agradecerle su visibilización del cáncer como una enfermedad y no como un estigma: "me dio un abrazo, un beso y me tiró del moflete antes de decirme que estaba muy contenta por todo lo que estaba haciendo, ya que ella llevaba 10 años con un cáncer y no lo había dicho a su familia y sus amigas, pero que hacía unos días que los había reunido y se lo había dicho".

"No sabes la mochila que me he sacado de encima", le dijo la mujer a Donés, convencido de que "sólo por eso mereció la pena" su forma de combatir la enfermedad.