Cuarto largometraje de Daniel Sánchez Arévalo, director a quien la Academia siempre ha tratado bien, podría ser perfectamente la película ganadora por una razón muy sencilla: parte como favorita con 11 nominaciones. Es cierto que la historia está llena de películas multinominadas que no han catado premio. Pero hay otro motivo sólido llamado a evitarlo: la insólita fiebre de estos Goya por la comedia, un género tradicionalmente infravalorado por estos premios.

DESIRÉE DE FEZ