"Si algo falta en política es humor". Así se expresa Guillermo Toledo, uno de los protagonistas de la película ral Seres queridos , que llegará a las salas el 9 de julio. Los guionistas Teresa de Pelegrí y Dominic Harari debutan en la dirección cinematográfica con una comedia de enredo ambientada en Madrid, que transmite una visión "optimista" sobre el conflicto que enfrenta a judíos e israelíes.

La trama comienza con una familia judía que conoce al novio palestino de su hija el mismo día en que un ridículo accidente con una sopa congelada provoca la muerte de uno de ellos. En el reparto tienen papeles destacados Norma Aleandro, María Botto y Marián Aguilera.

UN MENSAJE Y UNA CRITICA

Guillermo Toledo considera que, entre gag y gag, Seres queridos lanza un mensaje de tolerancia: "La convivencia es posible con personas de diferentes razas y creencias religiosas". Y una dura crítica social: "Los que envenenan las relaciones son los políticos con sus intereses económicos y su notoria falta de sentido del humor".

Los directores defienden que el humor es la mejor forma de hablar de lo absurdo de una tragedia. "La comedia es liberadora. Nos permite tomar distancia", opinan. El guión parte del tópico de chico conoce a chica, se enamoran y todo se complica cuando aparecen en escena los futuros suegros. "Quisimos llevar los personajes al límite. Esta es la clave de una comedia".

Para ello, ya en el guión, dibujaron una familia mediterránea, con una madre dominante, un padre que pinta poco, dos hermanas con problemas de celos, un abuelo con un rifle --cargado, por si acaso,-- y un hermano obsesivo, cuyo sentido en esta vida es ser un judío ejemplar. "Los espectadores dicen que hay rasgos de esa familia que identifican con las suyas", señalan Dominic Harari y Teresa de Pelegrí, guionistas habituales del cineasta Joaquín Oristrell con quien han ideado la trama de Novios y Sin vergüenza .

De Pelegrí y Harari se conocieron hace 10 años en Nueva York. "A veces nos dicen que estamos locos al escribir y dirigir juntos estando casados, y puede que tengan razón. Pero hacer cine es como el sexo, o el ping-pong, más divertido dos que uno", escriben en la notas de rodaje.

También firmaron conjuntamente Gusto , uno de los cinco mediometrajes de El dominio de los sentidos (1996), película no muy bien tratada por la crítica. En el 2002, sin embargo, lograron doble nominación a los Goya: al mejor guión original por Sin vergüenza y al mejor guión adaptado por La isla del holandés .

La ascendencia judía de ambos ha influido en esta nueva película que, en cierto sentido, consideran autobiográfica: "A los dos nos obsesionan la familia, la cohabitación, el sexo y Oriente Medio".