Hace cinco años, el realizador francés Tom Volf apenas sabía quién era Maria Callas. Un día acudió, por casualidad, a una ópera en Nueva York. Salió en éxtasis y empezó a buscar información sobre lírica. Encontró a Callas (Nueva York, 1923-París, 1977) y se pasó toda la noche escuchando su repertorio. Leyó mil artículos sobre la diva y decidió realizar una película para devolverle la palabra y colocarla como protagonista absoluta de su vida, «una leyenda repleta de falsedades». El resultado es Maria by Callas, un apabullante documental que descubre a la mujer que había detrás de la descomunal artista se se estrena hoy.

-La película está plagada de documentos y grabaciones privadas que hasta ahora no habían visto visto la luz. ¿Cómo consiguió semejante material?

-Gracias a sus amigos. Me he recorrido todo el mundo llamando a muchas puertas. Finalmente, todos ellos aceptaron facilitarme sus tesoros porque sabían que esta película sería un retrato fiel que evitaría el cotilleo. Les aseguré que no traicionaría a Maria Callas. Conseguí 40 horas de películas, 200 horas de grabaciones, 400 cartas y cientos de fotos. Después hicimos un trabajo de orfebrería. He trabajado en estrecha colaboración con Nadia Stancioff, amiga íntima de Callas, que una vez le dijo: «Si tengo que morir antes que tú, quiero que le digas a la gente quién era realmente». El documental analiza toda su vida, desde su infancia hasta el final de su carrera. Maria by Callas es la película que habría matado por ver hace cinco años, cuando me enamoré de la ópera. Sus amigos la han visto y, me han comentado que esta es la película que a ella le habría gustado. Me conmueve que piensen así.

-El espectador descubrirá a la mujer que había tras la gran dama de los escenarios.

-La imagen de diva caprichosa es algo ridículo. Su temperamento impetuoso pone de manifesto la exigencia y la perfección de un trabajo preciso y riguroso. Antes de empezar la película, tenía claro que una de las reglas básicas sería que solo escucharíamos la voz de Callas, sin narrador. Es una manera de descubrirla por primera vez o redescubrirla. Quiero que el espectador salga sabiendo quién fue Maria y quién fue Callas. He querido contar una historia, hacer una foto completa. Mostrarla a través de sus ojos tal como fue, con momentos de grandeza y tristeza.

-El hilo conductor es una entrevista con David Frost.

-Ahí se muestra divertida, se quita la máscara y aparece vulnerable e independiente. Es una entrevista fundamental en la que recuerda su dualidad entre la mujer y la diva.

-Con el documental, el libro y la exposición sobre la artista neoyorquina se ha convertido usted en uno de los mayores expertos. ¿Qué virtud destacaría más?

-La integridad y la honestidad, que implican un precio alto y que ella pagó. Sacrificó su vida por su carrera y viceversa. Pero me gustaría que cada espectador sacara sus propias conclusiones. La mía es que no era una diva, sino muy humana, alguien con quien todos nos podemos identificar y cuya vida nos puede emocionar. Una mujer fuerte y al mismo tiempo vulnerable. En su arte había magia.