"Ya es hora de que os cerraran, drogatas", gritaba una anciana ayer por la mañana en la calle Contamina, justo a la entrada de un bar, el Tierra Maña. En la puerta, dos jóvenes no podían esconder su tristeza. "Nos endeudamos con lo peor de lo peor", decía uno. "Que si brotes verdes, que si se había acabado la crisis y nosotros abrimos un bar", reconocía el otro. Y de pronto, aplausos, sobre todo para la abuela, Amelia Rius, que ya había terminado su papel.

Y es que se había acabado de rodar una de las escenas de Bendita Calamidad, la película que ayer grabó Gaizka Urresti en Zaragoza. El rodaje comenzó esta semana en el Moncayo y allí continuará hasta final de mes; para seguir en la capital aragonesa y después volver a Tarazona para la traca final, que coincide con el Cipotegato.

"MUY DIVERTIDO" En un descanso de la grabación --ayer tuvo lugar en la calle Contamina y en el interior del bar-restaurante Tierra Maña, que cuenta con una cripta en su sótano, y que es el desencadenante de toda la acción-- el director explicó que este proyecto, basado en la novela de Miguel Mena, empezó "hace cuatro años. Ha sido largamente esperado y esperemos que sea muy divertido", reconocía el realizador, que en la pasada edición de los Goya ganó una estatuilla por el corto Abstenerse agencias.

Para Urresti, esta es "una película de perdedores", con la crisis actual como telón de fondo. Dos hermanos (interpretados por Nacho Rubio y Jorge Asín) tienen un bar, comprado con el dinero pedido a unos prestamistas... como no pueden devolverlo --y además les cierran el bar-- "el hermano lilsto se pone en manos de un abogado que les propone un secuestro". La escena rodada ayer es cuando los hermanos ven el bar cerrado y "se encuentran con una vecina que se alegra de su desgracia", señalaba. La anciana está interpretada por Amelia Rius, una mujer "que descubrió su pasión por la interpretación hace cuatro o cinco años".

LOS PROTAGONISTAS Jorge Asín es uno de los protagonistas, Anselmo: "Es la sombra de su hermano; que tiene la ventaja que es un ceporro pero al final le acaba metiendo en todos sus líos. No tiene personalidad y eso le lleva al caos". El hermano es Nacho Rubio (Ricardo), que interpreta a "un emprendedor al que todos los planes le salen mal". Ellos creen que la solución a todos sus problemas es el secuestro de un constructor; el problema es que acaban llevándose al obispo de la comarca.

Tanto Rubio como Asín destacan el buen ambiente del rodaje, aunque también reconocen que "está siendo muy duro", sobre todo porque "estamos rodando en exteriores y si sumamos ola de calor y Moncayo, pues eso", que "el calor cansa mucho".

La película es muy aragonesa, por el equipo y por la mayor parte del elenco. Asín, está acostumbrado al acento por Oregón TV; y Nacho Rubio reconoce que tiene que "forzarlo un poco más y recuperarlo después de tantos años en Madrid".

El resultado esperan que sea "muy divertido; algo así como Ocho apellidos aragoneses"; por lo menos en cuanto a que "funcione igual". Porque de eso es de "lo que se trata, de que cuando se estrene, el espectador también disfrute". De momento, son ellos los que, a pesar de lo duro que es el rodaje, "formamos un buen equipo", reconocen.