"Contar contar lo que no se contó o si se hizo, hacerlo como lo haría hoy un periodista". Ese es el objetivo del segundo Almanaque de los Pirineos (Pirineum), que va de los años 1925 a 1935, que su autor, Sergio Sánchez, presentó ayer en la librería General y que pretende "recuperar, poner en valor y divulgar" hechos de esa década con los ojos de entonces y también con los de hoy. Por ejemplo, en la inauguración de la Estación de Canfranc, además de aparecer la noticia que se publicó en la prensa francesa, se hace hincapié en que la amenaza de un atentado contra Alfonso XIII o Primo de Rivera, "hizo que días antes viajara un tren deteniendo" a todo aquel que pudiera participar en una algarada; y al final, fueron llevados presas unas 2.000 personas.

En el fondo, asegura Sánchez, el libro recoge "alrededor de 70 u 80 reportajes de periodismo histórico", con sus secciones de cultura, montaña, gastronomía, sociedad, etnografía, deportes, todo ello trufado con noticias de carácter internacional como El crack de Nueva York, la muerte de Gardel o la Marcha de la sal de Gandhi.

Esta década está marcada por la caída de la monarquía de Alfonso XIII y la llegada de la II República, unos años convulsos en cuanto a política porque se propició "un cambio de modelo"; y en cuanto a Aragón, toma protagonismo "la llegada del ferrocarril y los grandes embalses", lo que implica que "hay obreros en la montaña, que antes no", explica Sergio Sánchez, que recuerda un titular de la época: "El tren acabó con el oso".

La década de 1925 al 35 es también el apogeo de los balnearios, el sindicato de turismo, la efervescencia de los modelos económicos porque hay que tener en cuenta que "entonces todavía había una gran población en el Pirineo, antes de la gran huida provocada por la guerra civil y la posguerra". Y es que por esos balnearios de Panticosa, Turbón, etcétera, pasa "lo mejor de la sociedad", como Ortega y Gasset, Unamuno y otros, que conocen la zona gracias a la Universidad de Jaca, que se funda en esa época de la mano de Domingo Miral, rector entonces de la Universidad de Zaragoza.

En cuanto a los personajes de la época, Sánchez recuerda además de a Miral, la sombra de Joaquín Costa, que da nombre al pantano de Barasona, a los que hicieron posible la construcción del Canfranero; a los capitanes Fermín Galán Rodríguez y Ángel García Hernández, que lideraron la Sublevación de Jaca; a Díaz Pradas, primer alcalde republicano de Jaca, "lo que le valió el título honorífico de alcalde de todos los pueblos de España".

En cuanto a montaña, son años del principio del esquí y de la construcción de refugios; donde destaca Lorenzo Almarza, que publicó la primera lista de 3.000 metros; en deporte, Ignacio Ara, boxeador, que combatió por el título mundial en Las Ventas. Y en cultura, Miguel Fleta, "el tenor del momento", la inauguración del Olimpia, "un lujo en aquellos años" o el concierto con el que Pilar Bayona inauguró la Filarmónica jaquesa.