PhotoEspaña regresa a Zaragoza con dos nuevas exposiciones, en las que la aragonesa Judith Prat con su obra "Expolio" y el argentino Marcelo Brondsky con "1968. El fuego de las ideas" se convierten en fotógrafos y activistas en sendas series sobre los conflictos africanos y sobre mayo del 68.

Ambas exposiciones permanecerán en el Centro de Historias de la capital aragonesa hasta el 12 de agosto.

Judith Prat, nacida en Altorricón (Huesca) y autodefinida como "ciudadana del mundo", explica que "Expolio" tiene mucho que ver con cómo entiende su profesión, en el sentido de no solo contar el qué, sino también buscar el por qué, las causas de lo que muestra.

Para ello se vale de fotografías que reflejan las consecuencias de los conflictos de dos de los países más relevantes del continente africano: Nigeria y República Democrática del Congo.

Dos conflictos que, además, comparten causas: el "expolio", del coltán en el caso del Congo y del petróleo en el caso de Nigeria, que recibe ingentes ingresos por la explotación de su crudo pero que no llegan a la población, especialmente al empobrecido norte del país, precisamente donde surge el grupo terrorista Boko Haram.

Pero si hay un aspecto que destaca en este trabajo de Prat es el énfasis en la mirada de las mujeres, porque "la historia no puede ser contada sin el relato de ellas" y "ya va siendo hora de que las mujeres nos digan qué piensan de lo que sucede a su alrededor".

Así, se presenta a las mujeres no como víctimas, sino como supervivientes y como motor de cambio de cara al futuro de estos dos países, como la solución.

En este sentido, la artista afirma que son ellas quienes se están organizando y poniendo sobre la mesa posibles soluciones para las conflictos en Nigeria y el Congo, que pasan por medidas socioeconómicas en lugar de por más presión militar, que lo único que hace es sumir a sus habitantes en un fuego cruzado.

El apartado "Ellas" se une así a "Riquezas" y "Conflictos" y refleja feroces relatos de la prostitución, los abusos o la humillación que sufren millones de mujeres en este continente para devolverles al menos la voz.

Incluye también imágenes de cómo es la extracción del petróleo en el delta del Níger, donde operan diversas multinacionales, donde asegura que le fue especialmente difícil trabajar y cuyas fotografías no interesaron a ningún medio de comunicación.

Marcelo Brondsky es argentino de nacimiento, pero se exilió en Barcelona en 1978, con la dictadura militar de Videla, y allí se formó como fotógrafo.

En "1968: El fuego de las ideas" se nutre de fotografías de archivo de la época, algunas incluso procedentes de servicios secretos como el australiano o el soviético.

Afirma que las ideas de mayo del 68 -la libertad sexual, mayor acceso a la democracia o los jóvenes intentando deshacerse de dirigentes "casposos", que cree que aún siguen- le influyeron notablemente en su juventud.

Por ello, presenta imágenes de movilizaciones en ciudades de todo el planeta para reflexionar sobre las ideas que empujaron a este movimiento y conectarlas con la actualidad.

Para ello ha necesitado una investigación de tres años, que comenzó con una imagen de México a raíz de la tragedia de la desaparición forzada de 43 estudiantes en Ayotzinapa, y de ahí fue pasando de un lugar a otro.

Las fotografías originales aparecen editadas con diversos elementos añadidos o retocados por el artista, un pie de foto extenso y explicativo y un mensaje escrito debajo, sobre la pared.

Destacan la instantánea de una calle desierta pero repleta de zapatos en Dakar (Senegal) que dejaron los manifestantes después de ser duramente reprimidos, o cómo durante la resistencia al franquismo los estudiantes disfrutaban de un concierto de Raimon en la Universidad Complutense de Madrid, donde se sentían más seguros.

Brodsky muestra cómo las mujeres también fueron protagonistas cinco décadas atrás, cuando capitanearon movilizaciones masivas como la de Río de Janeiro contra la dictadura y la censura, bajo la que reza el lema "hubo censura en Brasil en el 68 y la hay hoy", y algo similar ocurre en otra imagen de Dacca, capital de Bangladesh.

"Larga vida a nuestra primavera" es lo que aparece con la imagen de la Primavera de Praga de aquel año o "Se abrirán las grandes alamedas", cita de Salvador Allende, en las manifestaciones en pro de la reforma en Chile.

La larga serie de fotografías también recoge un antecedente de Tiananmén dos décadas antes, con un joven plantándose frente a los tanques en las calles de Bratislava, a Martin Luther King en una manifestación en Washington poco antes de ser asesinado o al líder estudiantil alemán Rudi Dutschke, quien también sufrió un atentado dos meses después, del que sobrevivió.

En cuanto a la conexión con la actualidad, el artista explica que en 1968 aquellos jóvenes veían un futuro mejor y que hoy ocurre justamente lo contrario, "cada vez hay un 'facho' peor que el otro, un viejo más recalcitrante", lamenta.