La sombra de la intervención ministerial sigue planeando sobre la SGAE, pero mientras tanto, Pilar Jurado ya ha empezado a hacer limpieza en la entidad. Este viernes, y tras convocar una junta extraordinaria con solo dos días de antelación, se ha consumado la destitución del secretario general, Carlos López, y la del director general, Gerardo Rodríguez. Ambos eran cargos técnicos de máxima relevancia. Acto seguido, debían ser suplidos por personas de confianza de la presidenta. Miguel Ángel Recio, amigo personal suyo y exdirector del INAEM, es ya nuevo director general, pero tras varias horas de negociación, el puesto de secretario general ha quedado en el aire. Habrá más juntas extraordinarias.

Sabido es que bajo los cimientos del palacio de Longoria son todo arenas movedizas y que los cambios de estrategia de unos bandos y de otros pueden dar la vuelta al tablero en cuestión de días u horas. Si hace un mes, José Ángel Hevia intentó sin éxito forzar la destitución de Carlos López en la famosa junta del “que os follen” que marcó el principio del fin de su breve mandato, hoy su sucesora ha conseguido lo que no logró su antecesor y con mayoría aplastante: 30 votos a favor y solo cinco en contra. Pocos escrutinios tan unánimes se han vivido últimamente en una junta directiva tan polarizada como esta. Extraño.

¿Por qué tanto el gaitero como la compositora y soprano han intentado deshacerse del secretario general en cuanto han llegado a la presidencia? Una teoría: López es la persona encargada de consumar el dictamen de la comisión deontológica que señaló que 14 miembros de la junta directiva tenían conflictos de intereses, cosa que les impediría ocupar sus cargos; uno de ellos era el propio Hevia y, detrás de él, la inmensa mayoría de músicos del colegio de Pequeño Derecho. Otra teoría: López y, también Rodríguez, pudieran haber maniobrado para facilitar la intervención ministerial en vez de tratar de evitarla.

LOS 14 JUNTEROS SEÑALADOS

En cualquier caso, Hevia, Teo Cardalda, Inma Serrano, Fernando Illán, Josemi Carmona, Virginia Glück, Tontxu y los demás directivos señalados por la comisión deontológica dormirán hoy bastante más tranquilos. Lo lógico es que todos hayan votado por el cese de López, pues el martes 19 expira el plazo para presentar alegaciones ante el dictamen de la comisión. Habrá que ver si el nuevo secretario general retoma este asunto o si lo archiva en un cajón y devuelve así a estos 14 junteros alineados con las editoriales televisivas el favor que hicieron a Jurado votándola presidenta.

Otra de las medidas que ha presentado esta semana Jurado es la invitación a las editoriales multinacionales a regresar a la junta directiva. Tres de ellas, EMI, Warner y Peer, fueron expulsadas en virtud de una sentencia que ha sido anulada en febrero y que consideraba que tenían conflicto de intereses al ser editoras y usuarias del repertorio de la SGAE. Fuentes de las editoriales afirman que nadie de SGAE ha contactado con ellas y que, en ningún caso, van a regresar a la entidad porque ello implicaría aceptar una junta directiva que no reconocen y que sigue dominada por los intereses de las editoriales televisivas.