Es verano y las altas temperaturas de día y de noche es la tónica habitual con lo que todo eso conlleva para las neuronas. Barrios semidesiertos, comercios con la llave echada en día laborable, sensación de hastío creciente. Quien ha podido ya ha tomado camino hacia otras costas, cargado de protector solar y con ganas de cultivar el noble arte de la pereza. Pero ¿quién se acuerda de quienes todavía trabajan? ¿Cómo se superan esos días de verano que avanzan (es un decir) en lánguida e insufrible cámara lenta?

A falta de la playa de verdad, existen, por ejemplo, las películas de playa, entre las que se pueden elegir toda una variedad de títulos. Desde aquellas beach party movies de la década de los 60 donde imperaban el color y la ligereza hasta thrillers en los que la turbiedad interior puede contrastar con la luminosidad exterior, el brillo de los paisajes. Desde filmes donde la playa es una tierra prometida donde todo puede pasar, donde la libertad es la norma, a una del maestro milanés Luchino Visconti en la que este panorama ejerce como triste intersticio entre vida y muerte.

En la playa se puede jugar a casi todo (algún día deberíamos dedicar en estas páginas todo un artículo al voleibol en el cine, con espacio preferente para las películas Top gun y Los reyes de la playa), pero también te puedes jugar la vida: los escualos pueden aparecer en la costa inesperada, arruinando un baño plácido, o igual has ido a parar a esa playa sangrienta donde la amenaza no está en el agua sino bajo la arena. Después existe la posibilidad de estar mirando hacia el infinito en alguna orilla no por voluntad propia y tranquilidad, sino porque allí has ido a parar con tus huesos tras un desafortunado naufragio.

Todas estas posibilidades, como el delicioso subgénero del cine surfero, aparecen recogidas en la selección de títulos playeros, 10 en concreto, que proponemos para esos pobres valientes que siguen contando mentalmente los días restantes (una decena, en el caso del que esto firma) para activar el out of office. Por poner las cosas fáciles, hemos elegido filmes a los que se puede acceder sin problemas y por un módico precio a través de alguna o varias de las plataformas habituales. Elijan su propia escapada y simplemente disfruten.