Las palabras de históricos como Lope de Vega y de contemporáneos como César Ibáñez París adornan las fachadas del municipio zaragozano de Langa del Castillo. El proyecto Versos a la intemperie se compone de diez lonas, de dos metros de alto por uno y medio ancho, que recorren la cronología de la literatura. Desde autores del siglo de oro como el propio Lope de Vega y Calderón de la Barca, del Romanticismo como Gustavo Adolfo Bécquer, de la generaciones del 98 como Antonio Machado Ruiz, de la del 27 como León Felipe, o la del 50 como Jaime Gil de Biedma. También aparecen nombres femeninos que han hecho historia como Dulce María Loynaz y la icónica Gloria Fuertes. Y para terminar el recorrido, dos actuales y de Zaragoza, como César Ibáñez París y Carmen Ruiz Fleta. Los languinos empezaron a leer por sus calles los versos de estos literatos insignes la segunda semana de julio, y podrán seguir haciéndolo hasta la segunda de este mes de agosto.

«Que la vida iba en serio uno lo empieza a comprender más tarde, como todos los jóvenes, yo vine a llevarme la vida por delante». Este fragmento pertenece al famoso poema No volveré a ser joven de Jaime Gil de Biedma, uno de los poemas escogidos.

Para la elección se han seguido tres máximas: ser más narrativos que conceptuales, transmitir algo, y ser comprensibles por toda la población. Antonio Bengoechea, miembro de la asociación El Castillo, asegura que la poesía siempre ha sido una parte de la literatura de difícil acceso. Cambiar este hecho es el objetivo de la iniciativa. Por ello, han querido aprovechar la afluencia de residentes estivales, y sobre todo de jóvenes, para mostrarles estos versos: «Si exponemos las poesías ellos también se exponen a ellas, y es que siempre se te queda en la memoria lo que ves de pequeño en las casas y calles del pueblo en verano», sostiene. La respuesta de los 130 habitantes de Langa del Castillo, más la de sus visitantes, ha sido positiva: «Es chocante y la gente lo ha recibido muy bien porque así también se engalana el pueblo», explica.

Esta iniciativa es una continuación de Poesías en las casas, también organizada por El Castillo, que cumple su 25º aniversario. Entonces, cada vecino escogió su poema preferido y la asociación facilitó entre 20 y 25 cerámicas donde reflejar las palabras en la puerta de las casas.