La policía noruega sigue sin pistas fiables sobre el robo de los cuadros El grito y Madonna , del pintor expresionista Edvard Munch, perpetrado el domingo en el museo Munch de Oslo, que volvió a abrir ayer sus puertas, por dos individuos a punta de pistola.

Según un portavoz policial, Iver Stensrud, las investigaciones no siguen por ahora ninguna línea concreta, ya que se está a la espera de los resultados de los análisis de las muestras que dejaron los ladrones cuando escapaban, que se conocerán en pocos días, así como de un trozo de marco que se ha encontrado. La policía, agregó Stensrud, opina que los autores son profesionales con un largo historial delincuente que han robado los lienzos por encargo de un coleccionista poco escrupuloso para pedir un elevado rescate. Los expertos calculan que el valor entre ambos cuadros puede ascender a 87 millones de euros.

A la espera de que las investigaciones progresen, Oslo se levantó ayer con varias noticias relacionadas con el caso. Una revista noruega,Se og hor , ha ofrecido una recompensa de 12.200 euros a quien ayude a recuperar los cuadros. Otra información que se ha conocido es que el museo Munch recibió en marzo unos 61.000 euros para mejorar la seguridad. Sin embargo, ese dinero todavía no se ha utilizado, según ha reconocido el director del centro artístico, Gunnar Sorensen.

El museo Munch reabrió ayer sus puertas a las diez de la mañana. La pared en la que se encontraban las pinturas continuaba vacía. El director por ahora no quiere colgar una segunda versión algo menos lograda que el museo tiene de El grito .