La gala de los Premios de la Música Aragonesa no fue una mera entrega de trofeos. Fue una auténtica fiesta. El colectivo Aragón Musical celebraba los 15 años de la creación de los galardones y para una fecha tan señalada se había preparado un gran homenaje del pop-rock aragonés a un compositor tan alejado de ese mundo como es Antón García Abril. El caso es que al final, el músico turolense, en su discurso, devolvió a los roqueros el homenaje con creces, y la cita, en el Teatro Principal, se convirtió en una fiesta de unión de todas las músicas.

"Me siento músico desde que empecé a vivir y aragonés. Nunca había estado en estos premios y lo he pasado en grande, porque he visto pasión, vigor, creatividad y unión. He disfrutado mucho de un mundo que no conozco en profundidad; la música es muy grande y tiene tantos senderos y vías, el rock, el pop, las nuevas músicas, el sinfónico, la ópera el flamenco y ustedes son una parcela muy importante de este mundo y lo hacen con fe y fuerza. Hoy he visto muchas cosas buenas", dijo el compositor turolense, cuya sinceridad llegó a todos los presentes.

MOMENTOS PARA TODO Así, ese ambiente de cordialidad y de alegría fue el que marcó la gala, que tuvo sus momentos divertidos (como ver a David Angulo imitar a Pitingo interpretando la canción de Comando G); nostálgicos (con vídeos de gente que recordaba momentos musicales de su vida, ver entregar un premio a Especialistas o el recuerdo de Elefantes para Germán Larone); históricos (la reaparición de los propios Elefantes y del grupo aragonés La Nube "para quedarse")... y también reivindicativos, pero sin cargar tintas, salvo la Federación de Radios Libres que recordó que en 1988 eligieron a un joven juez para la democracia como patrono, Juan Alberto Belloch "y ahora hace 14 meses que estamos esperando que atienda una petición". Sí, también se habló del IVA y del mal momento de la cultura, pero el ambiente festivo primó sobre la protesta. De hecho, la ya tradicional pitada al consejero Jerónimo Blasco fue pequeña y quedó mezclada con aplausos.

En cuanto a los premios, la cosa estaba de tan buen rollo que nadie acaparó en exceso. Eso sí, Pecker se llevó dos (mejor directo y mejor vídeo); Carmen París el de mejor álbum por su Ejazz con jota, Tachenko el de mejor grupo; Las Novias, el de mejor canción por Postales envenenadas; Cuti, el de mejor solista y Ana Muñoz, el de mayor proyección.

García Abril, sin duda, se sorprendió con lo que vio. Fue una noche de música; de todas las músicas. No solo en los vídeos por los que desfilaron todos los nominados, sino también sobre el escenario, donde pudo escucharse desde el flamenco de Nacho Estévez El Niño, que abrió la gala, al rap de Dr. Loncho, el jazz con jota de Carmen París, el rock melódico de Elefantes o el más guitarrero de La Nube. Variedad, creatividad "y futuro", como vislumbró el veterano maestro. Y de eso, de música que pervive en el tiempo, sabe mucho.