No fue nada casual que cuando finalizara su alocución Jorge Usón lo hiciera con "¡Viva el cine! ¡Viva Félix Romeo! ¡Viva Aragón!", y que el Teatro Principal le despidiera con un aplauso atronador. El actor acababa de recoger el Premio Simón a la Mejor Intérpretación por su trabajo en Por qué escribo y, ese instante, fue un resumen de cómo la gala iba a girar en torno a esos tres ejes. Al cine (aragonés) porque ninguno de los premiados se quiso olvidar de que en Aragón se hacen cosas que no tienen nada que envidiar a ningún otro ("es mejor que el catalán, que el vasco, que el asturiano, y hasta que el de Iowa", reivindicó Miguel Ángel Lamata al entregar un galardón). Y a Félix Romeo porque el cortometraje Por qué escribo, de Gaizka Urresti y Vicki Calavia fue el trabajo que más galardones se llevó. Si bien no se adjudicó el de Mejor Cortometraje sí se llevó el comentado de Mejor Intérprete, el de Categoría Especial (por los brillantes efectos especiales de Sergio Duce) y el de Mejor Banda Sonora Original (de Miguel Ángel Remiro).

'JUEGO DE ESPÍAS' Junto a Por qué escribo, la otra gran triunfadora de la noche fue Juego de espías, de Germán Roda y Ramón J. Campo, a la que la Academia de Cineastas Aragoneses (organizadora de la cita) le premió por su montaje (realizado por el propio Germán Roda) y como Mejor Largometraje. Así, entre las dos cintas se llevaron cinco de los siete galardones que se entregaron ayer. Junto a ellos, Jorge Blas ganó el de Mejor Cortometraje por Te escucho y Santi Gracia el de Mejor Videoclip por su trabajo en la canción de Tako, La tienda.

Pero el que realmente se llevó todas las miradas fue el productor y guionista Eduardo Ducay al que se le entregó el Simón de Honor en un emotivo acto con el que se cerró la gala. El zaragozano quiso recordar el gran trabajo a lo largo de la historia de los cineastas aragoneses y, además de reivindicar que a Zaragoza le falta el título de "muy cinematográfica" a todos los que tiene, fue muy contundente cuando después de nombrar buena parte de los grandes cineastas que ha dado la comunidad sentenció: "Es evidente que la cosecha es muy buena".

Minutos antes, José Ángel Delgado y Antonio Tausiet, presidente y vicepresidente de la ACA, respectivamente, habían lanzado sus dardos envenenados con su discurso oficial en el que no quisieron dejar de denunciar que los cineastas quieren "más que palabras y promesas" del Gobierno de Aragón a la hora de apoyar el audiovisual de la comunidad que "goza de un muy buen estado". No fue el único mensaje reivindicativo de una gala presentada por Emilio Larruga y Ludmila Mercerón y que contó con las actuaciones de Teatro Indigesto, Silvia Solans, Toño Lotellerie y David Sancho. Gaizka Urresti reincidió en el mensaje que dio cuando ganó el Goya de que la cultura "es necesaria porque es más cara la incultura". Y Jorge Usón fue claro cuando se acordó de todos los actores que "no tienen trabajo" en lo que es un acto de "censura" y llamó a acabar tanto con la "censura externa como con la interna. Hay que hacer cosas". Patricia Roda, productora de Juego de espías, por su parte quiso incidir en que "hacer cine es muy difícil, pero también que se vea. Sin los espectadores, esto no tendría sentido", dijo antes de invitar a los espectadores a ver cine aragonés. Un séptimo arte que ayer hizo una demostración de fuerza.