Un estudio de radio puede convertirse en un espacio de pesadilla. Un entorno herméticamente cerrado, insonorizado, donde la única vía de comunicación con el exterior es un micrófono desde el que hablar a unos oyentes que escuchan en tiempo real. Este es el sugerente punto de partida de Feedback, la ópera prima de Pedro C. Alonso, que utiliza ese escenario como caja de resonancias de nuestra realidad para hablar de temas de actualidad a ritmo de electrizante thriller claustrofóbico.

«Me interesan las obras y las manifestaciones culturales que son hijas de su tiempo, que a través de ellas puedas entender el tejido político y económico del que surgen», cuenta el director a EL PERIÓDICO. «Por eso en esta película aparecen temas como la corrupción, el abuso de poder, el machismo o la violencia hacia las mujeres y los niños, pero no quería hacer una tesis, ni dar lecciones morales, ni mucho menos imponer un punto de vista. Simplemente, dejar en el aire preguntas, porque como espectador no me gusta que me den las respuestas».

Un famoso presentador de un programa de contenido político que tiene por nombre La cruda realidad se enfrenta en directo a su momento profesional más complicado después de haber sido secuestrado por miembros de la extrema derecha: destapar la cara oculta del brexit. Pero cuando se dispone a hacerlo, dos encapuchados se encargan de darle la vuelta a la situación, toman la sala de control y le obligan a desvelar ante la audiencia su participación en un suceso que terminará con su imagen pública y su carrera profesional. El director utiliza este mecanismo para escarbar en los vericuetos de la posverdad y las fake news ya que, a lo largo de la trama, se cuestiona continuamente la autenticidad del mensaje de cada uno de los implicados, obligando al espectador a participar de manera activa.

«Nuestra relación con los hechos y la verdad está cambiando», continúa Alonso. «Si lo que escuchas o lees en los medios no te gusta, no pasa nada, puedes hacerte un relato que se ajuste a lo que tú piensas y aferrarte a él. No me parece ni bien ni mal, solo una mala estrategia vital. Más que nunca necesitamos escucharnos y dialogar, atender a los puntos de vista diferentes a los nuestros, si no, todo se vuelve demasiado endogámico y, en cierto modo, nos radicaliza».

EJERCER LA TIRANÍA

El odio y la violencia forman una parte fundamental de Feedback, como una semilla incrustada que se mantiene a la espera para poder explotar y revelar la verdadera naturaleza de los personajes. Y resulta interesante la manera en la que se cuestiona la figura hegemónica del hombre blanco que ostenta el poder y que ejerce la tiranía contra aquellos que le rodean, en especial, hacia las mujeres. En la era del #MeToo, el thriller de venganza se encarga de revisar sus postulados heteropatriarcales para ponerlos en tela de juicio. «El tema del poder es algo a lo que nos enfrentamos a diario. Nos hemos acostumbrado a que su representación sea la de un banquero, un político o un empresario, pero en realidad lo ejercitamos todos, lo único que cambia es a qué escala. Todo depende de la responsabilidad o irresponsabilidad con la que se utilice», dice.

Producida por Vaca Films y con Jaume Collet-Serra como productor ejecutivo, Feedback está rodada en Galicia, con equipo técnico español y actores británicos a excepción de Ivana Baquero, a la que descubrimos en el 2007 en la película de Guillermo del Toro El laberinto del fauno. Pero el verdadero protagonista es en esta ocasión Eddie Marsan, un actor que suele brillar como secundario y que en este caso da rienda suelta a su ambigüedad interpretativa. «Eddie puede desprender una dureza contundente, pero también ser extremadamente frágil, puede ser al mismo tiempo un ángel o un demonio, un lobo con piel de cordero».