El cortometraje rumano Miss Sueño de Radu Potcoava, el mexicano La Huella de Carlos Andrade Montemayor y el finlandés Waste No.1 Money de Jan Ijäs se alzaron ayer con los Premios Danzante del Concurso Internacional, Iberoaméricano y Documental respectivamente en la 46ª edición del Festival Internacional de Cine de Huesca, que otorga a estas tres obras la preselección directa a los Premios Oscar.

El premio Danzante Iberoamericano, dotado con 5.000 euros, fue para La huella, cortometraje distinguido por el jurado por «atreverse a denunciar la falta de libertad y la impunidad en los asesinatos de periodistas en México, con una propuesta valiente, de estética moderna cercana al videojuego». Su director, Carlos Andrade Montemayor, que recogió la distinción en persona, agradeció el premio aunque destacó que su película «se hizo para México»”, donde los asesinatos de periodistas son un tema tabú que se ha convertido ya en una «estadística sin interés.

Miss Sueño, de Radu Potcoava, se llevó el Danzante Internacional y 5.000 euros por, según el jurado, «acercarse con una mirada contundente a una realidad invisibilizada por la sociedad, con una historia que sin mostrar su lado más oscuro provoca un efecto desvastador».

El Danzante al mejor documental, premiado también con 5.000 euros, lo obtuvo Waste nº 1 Money, en el que Jan Ijäs habla de «dinero sucio» pero con el que se hace la colada para ironizar sobre la sociedad actual de forma divertida y seria a la vez.

En la categoría de cortometrajes iberoamericanos fueron distinguidas también las producciones Rapaz, del chileno Felipe Gálvez (premio Cacho Pallero); El camino de los perros, del también chileno Sebastián Cuevas (mejor Ópera Prima); y 9 pasos, de los españoles Moisés Romera y María 9Pasos (mejor guión).

Además, lograron menciones especiales la producción mexicana No pases por San Bernardino, de Hugo Magaña, y la española La última virgen, de Bárbara Farré.

otros premiados / En el concurso internacional fueron galardonados, además del ganador, el corto de animación de los Países Bajos Catastrophe, de Jamille van Wijngaarden (premio Jinete Ibérico); y Fucking Drama, del austríaco Michael Podogil. Y tuvieron menciones especiales las producciones Magic Alps, de los italianos Marco Scotuzzi y Andrea Brusa; Obon, producción alemana de Samo Anna Bergmann y André Hórmann; y Gutten er Sulten, del noruego Kenneth Karlstad.

En la sección documental el premio José Manuel Porquet fue para el cortometraje Buenos Días España, de Sara Pisos, Irati Cano, Carlos Reyes y María Barcelo, y tuvo una mención especial la producción brasileña Inconfissoes, de Ana Galizia.

Por otra parte, el Premio del Público, patrocinado por Aragón Televisión, fue para Ja i mój tata, del polaco Aleksander Pietrzak.

El festival concluyó así tras nueve días de un programación multidisciplinar donde el cortometraje ha sido el eje central. Una edición que en palabras del director Rubén Moreno, «ha sido redonda, de diez a todos los niveles, tanto por el público asistente, como a nivel organizativo y por la calidad de las obras presentadas». Moreno cierra su primera edición al frente habiendo respetado la gran herencia recibida pero dotando al certamen de su sello personal con diversos estrenos previos a su debut comercial, una ampliación de espacios, propuestas de cine al aire libre y la consolidación de Huesca como espacio de presentación de proyectos cinematográficos.