La representatividad de las mujeres en el sector cinematográfico se ha incrementado en los últimos cuatro años apenas un 3%, según se desprende del último informe anual que publica la Asociación de Mujeres Cineastas (Cima) elaborado sobre los 152 largometrajes presentados a la 33ª edición de los Goya.

Una cifra «totalmente insuficiente», en opinión de la presidenta de Cima, Cristina Andreu, quien aseguró a Efe que los datos «sobremasculinizados del cine español» se revertirían si se aplicara «el plan de acción» propuesto por la asociación. El informe, elaborado sobre los largometrajes presentados a las nominaciones de los 33 Premios Goya (84 de ficción, 4 de animación y 64 documentales) desvela que de las 2279 personas que desarrollaron diferentes cargos de responsabilidad, el 71% era hombres y el 29%, mujeres, por lo que se puede afirmar que el sector sigue «ampliamente masculinizado».

Y todo ello, a pesar de los intentos por corregir esas deficiencias puestos en marcha el año pasado para discriminar positivamente la contratación de mujeres en las producciones que pudieran acceder a las ayudas del gobierno. «Pero, claramente -opina Andreu-, no han sido suficientes. Aún son pequeñas las cuotas para potenciar la contratación de compositoras, o directoras de fotografía; ha subido un poquito, pero es totalmente insuficiente. Nosotras tenemos un plan de acción para que, en cinco años, esto revierta», dice.

El estudio, elaborado por la socióloga Sara Cuenca, se presentará el próximo sábado, 22 de junio, dentro de la jornada de clausura del V CIMA Mentoring. Los resultados del informe se han estructurado según cinco objetivos: representatividad de la mujer en los puestos de mayor responsabilidad; coste de las películas dirigidas por mujeres; ayudas del ICAA, porcentaje de directoras en las películas por las que se interesan las televisiones y premios para mujeres cineastas.

Para Andreu, la cifra más significativa se refiere a los costes económicos de los títulos dirigidos por mujeres y los dirigidos por hombres: «Existe una diferencia de 1.273.979 euros, lo que implica que los largometrajes con dirección de mujeres cuentan con la mitad de presupuesto que los de sus compañeros, en el mejor de los casos».