Las entradas para disfrutar del espectáculo que Les Luthiers, acompañados por una orquesta sinfónica, ofrecerán mañana, a partir de las 22.00 horas, en el pabellón Príncipe Felipe están agotadas.

El quinteto argentino llega a Zaragoza con El Grosso concerto , con el que están dispuestos a hacer reír durante dos horas, a provocar el continuo aplauso con desternillantes diálogos y una sutil pero atrevida puesta en escena, a sorprender y a demostrar que la frescura no está reñida con la veteranía.

Les Luthiers defienden que se puede reír con la música y no de la música. Por eso, convierten una pieza de ópera en la parodia de una pasión imposible, o un concierto de piano en un alocado ir y venir de intérpretes y solitas buscando su sitio y sus partituras.

Todo ello acompañando de diálogos ácidos y un desparpajo aún más loable al venir de cinco artistas que llevan casi cuatro décadas sobre los escenarios, desde que comenzaron su andadura en 1965, durante un certamen de coros universitarios en la ciudad de Tucumán.

Cada uno de los componentes tiene en el recital sus minutos de gloria, aunque los mejores momentos son siempre cuando los cinco intérpretes --con profesiones muy diversas aunque artistas todos ellos-- comparten el escenario.

El Grosso concerto sale por primera vez del país de sus creadores para venir a España, donde Les Luthiers ya han conseguido grandes éxitos en otras giras y en ésta, que cierran en Zaragoza, tras pasar por Roquetas de Mar (Almería), Sevilla, Ponferrada (León) y Oviedo.