BILLY CRYSTALAgudoNAunque algo más apagado de lo acostumbrado, volvió a demostrar que es toda una garantía en el arte de desenfundar rápido y disparar balas de sarcasmo sobre la actualidad más rabiosa. El anfitrión brilló más en la improvisación que siguiendo la letra del guión. En directo o en diferido, es siempre una risa.

Agudo

PETER JACKSONDesastradoNEl rey de la velada. También el señor del desaliño. Con un esmoquin al que le sobraban dos tallas, la camisa medio salida y el nudo de la corbata mal encajado, el director hizo mucha gimnasia al alzarse dicharachero a felicitar a cada uno de los galardonados de su filme. El hombre más feliz de Nueva Zelanda.

Desastrado

SOFIA COPPOLAFamiliarNParca en palabras, tímida en el ademán y frágil en la apariencia, la directora notó el aliento de su clan. Su padre la aplaudió orgulloso. Su primo Nicolas Cage la animó bullanguero. Y ella correspondió en su discurso.

Familiar

SEAN PENNImponenteNEl actor más antisistema logró al fin su Oscar. Y la ceremonia lo agradeció. Fue el premiado con más presencia, la estampa del actor grande, la ovación rotunda. Su discurso, sin embargo, careció de la pólvora esperada.

Imponente

CHARLIZE THERONSollozanteNEn su líquida intervención --"no quiero llorar", dijo en plena secreción--, tuvo un gesto muy deportivo: admitir que medio Oscar pertenecía al responsable de maquillaje de ´Monster´. Justo.

Sollozante

BLAKE EDWARDS

Primoroso