Probablemente, hoy, la gran mayoría de niños y niñas desconocen que muchos de sus ídolos, desde Rihanna a Justin Bieber, basan sus éxitos en unas reglas compositivas que se fijaron en los antecedentes de la música popular contemporánea.

Las work songs (canciones de trabajo) y los spirituales que cantaban los esclavos negros en el campo contribuyeron a la creación del blues, que es el antecedente de todo lo demás, dicho de forma muy básica. También del jazz.

Varios niños de distintos colegios de Zaragoza comprobaron ayer esta relación inmediata de la música de Nueva Orleans con sus orígenes, y con el resto de estilos que brotarían tras la década de los 50. El grupo Nosolojazz Quintet regaló una muestra sonora de una hora de duración a unos 400 escolares que ocuparon la Sala Luis Galve del Auditorio, dentro de la actividad denominada ¿Qué es eso del jazz?, del Festival de jazz de Zaragoza. La sesión ofreció muestras de ragtime, blues, bebop, mucha improvisación y la fusión del jazz con otros estilos como el pop o el rock.

«El blues lo más chulo para mí», decía María Martínez, del Colegio Pompiliano, al terminar el espectáculo. Otros compañeros coincidían con ella en ese aspecto. «La música que sale ahora la escucho, pero esto también está muy bien», opinó Roberto Martín, quien ante la idea de coger un instrumento dijo que «estaría bien, pero es un poco complicado». Otros como Jaime Blanco, del mismo colegio, prefieren la música actual, «porque la escucho más».

Lo que es cierto es que los niños cantaron, rieron y aplaudieron mucho a los integrantes de Nosolojazz Quintet durante todo el show. En esta ocasión, con niños de entre 8 y 9 años, la banda adaptó el concierto didáctico a esas edades, «para hacerlo más ameno y muy dinámico, y que puedan disfrutar», señaló el músico Alonso Martínez, guitarrista de la banda.

«Siempre han estado muy participativos y se lo han pasado muy bien. Nos gusta que participen y que formen parte activa del espectáculo. Les hacemos cantar, dar palmas, etc. El objetivo es conseguir un buen feedback para que entre las dos partes haya buen rollo», decía.

Hubo momentos para todo, desde una versión del Cumpleaños feliz transportada a ragtime, improvisación sobre jazz, blues e incluso rock duro (la primera, y seguramente único tema clásico que los niños reconocieron al instante y fue el cover de Smoke on the water, de Deep Purple), o también temas de otros estilos con un inconfundible toque jazzístico.

La actividad se ha podido realizar gracias al Servicio de Educación del Ayuntamiento de Zaragoza, que ha costeado los gastos. «Nosotros cumplimos una función de captar y acercar nuevos públicos, o intentarlo, tanto para los conciertos como para que haya más gente que quiera empezar a estudiar con un instrumento», explicaba Martínez.

«El problema es que somos una pequeña botella de agua en un desierto, debería haber mucha más gente involucrada, más colectivo social que estuviera involucrado en esta labor», reflexionó el guitarrista.

Nosolojazz Quintet volverá a actuar esta tarde, a las 18.00 y a las 19.30 horas dentro de la actividad Jazz en familia, donde nuevo ofrecerán un repaso por la historia del jazz, pero esta vez abierto a todos los públicos, por un precio de 6 euros.