Mikel Bao es un de los mayores expertos en comics de Marvel en España, concretamente del personaje de Thor, el mitológico dios vikingo del trueno, algo que demostró en su libro Thor sin fronteras (Ediciones Laukatu, 2011). Con motivo del estreno de la tercera entrega del superhéroe, Thor Ragnarok, dirigida por Taika Waititi, Bao participó junto con el director de la revista Z, Koldo Azpiratte; y el dibujante estrella de Marvel, Salvador Larroca, una mesa redonda previa a la proyección del filme en la que comentaron la relación entre la película y los cómics de los que se ha servido de inspiración.

—‘Thor Ragnarok’ está en las antípodas del tono serio y oscuro de sus precuelas ¿A qué se ha debido este cambio?

—Probablemente este cambio se ha realizado en parte por el impacto que tuvo Guardianes de la Galaxia. Al menos lo que se ha visto en los tráilers remite a esa manera más dinámica, cómica y desenfadada de contar las cosas, Al fin y al cabo, no hay que olvidar que Guardianes fue taquillazo completamente inesperado, y Marvel ha intentado jugar con ese tono, con esa manera casi exagerada de contar las cosas. Siempre en sintonía con los dibujos de Jack Kirby, con los que la película guarda una sintonía más que evidente.

—La segunda entrega del héroe del martillo, ‘Thor el Mundo Oscuro’, está considerada como la peor película de la saga Marvel. ¿Por qué no convenció al público?

—Yo personalmente me lo pase muy bien viendo la película, pero sí que es verdad que a veces te encontrabas con tramos de la película que no sabías muy bien que pintaban ahí. El problema de la El mundo oscuro fue que intentaron conectarla con todo el andamiaje de películas del universo Marvel, y en medio de ese proceso perdieron la propia identidad de la película. Ni siquiera Loki, que es el gran robaescenas de la saga y cuyas apariciones son lo mejor de la película salvan el filme. De hecho, las películas de Thor no guardan mucha relación entre ellas.

—Sin embargo, la primera película dirigida por Kenneth Brannagh funcionó muy bien en taquilla y crítica.

—La primera tiene una cosa curiosa, y es que empieza a mitad de la narración, no te cuenta el origen del personaje como suelen hacer la mayoría, por no decir la absoluta totalidad de las primeras películas de Marvel. Sin embargo adolece de algo que también está presente en El mundo oscuro y es la absoluta desconexión que existe entre el mundo de los humanos y el mundo de los dioses nórdicos de Asgard, lo que acabó provocando que todo el asunto mitológico funcionase muy bien en pantalla, pero que las escenas en La Tierra acabasen quedando muy descolgadas.

—Llama la atención ver al neozelandés Taika Waititi en un proyecto tan comercial como una película de superhéroes ¿Está apostando Marvel por los autores como ya hizo con James Gunn en ‘Guardianes de la Galaxia’?

—En la primera película optaron por un veterano realizador como Kenneth Brannagh, en la segunda optaron por un artesano, un director de probada calidad como es Alan Taylor, que había dirigido algunos de los mejores capítulos de Juego de Tronos y sin embargo ahora optan por un director con personalidad. Recuerdo que lo primero que me llamó la atención de la película fue el cartel, que parece haber sido diseñado en otra época y por alguien que había fumado algo de hierba. Es una imagen completamente distinta a la mayoría de posters de películas de Marvel, a los cuales calificaría, siendo muy suave, de por lo menos anodinos.

—Sin embargo, Marvel ya había cortado anteriormente las alas a otros realizadores que trataron de llevar a cabo ideas propias, fueron muy sonados el caso de Josh Whedon en ‘La era de Ultrón’ o el de Josh Trank en ‘Cuatro fantásticos’.

—No debemos olvidar que el objetivo final de todas estas películas es ganar dinero, detrás de Marvel está Disney, que es una productora que si algo sabe es explotar su propiedades y ganar todo el dinero que pueden con ellas. En el caso de Marvel, ellos saben que cuentan con una parroquia de fieles que vamos a ir e ver la película de cualquier manera, saben que cuentan con un capital asegurado, de modo que pueden permitirse hacer algún que otro experimento. Si la película va a generar mil millones de dólares por ejemplo, y esa cifra puede oscilar previsiblemente hasta el millón doscientos, ¿podría llegar a duplicar las previsiones y llegar a los dos mil millones? Saben que pueden arriesgarse para buscar ese éxito sorpresa porque tienen un fondo asegurado, al fin y al cabo es una jugada comercial.

—‘Thor Ragnarok’ maneja un compendio de influencias de diferentes plumas y autores. El primero es evidente, la aventura del mismo nombre firmada por Mark Millar y Steve McNiven, pero también acopla influencias de ‘Planet Hulk’ de Greg Pak.

—Simplemente con ver el tráiler se puede apreciar que hay muchísimas alusiones a Planet Hulk, que es posiblemente la última gran historia que Marvel ha hecho de este gran personaje en los últimos 15 años. Es una especie de mezcla entre Star Wars, Espartaco, y muchas otros universos, en la que Hulk pelea como gladiador en un planeta lejano.

—¿Tiene alguna idea sobre cómo han podido fusionar estas dos historias que a priori no comparten ningún nexo de unión?

—Esa es una de las preguntas más interesantes de esta película, y que ya sugirieron en los tráilers. El Ragnarok es una historia que se ha reproducido en múltiples ocasiones en los cómics de Thor, ya que si la amenaza clásica de cualquier aventura marvelita es el fin del planeta Tierra o que alguien trate de dominarla en su totalidad, el Ragnarok supone el fin de todo el universo, el apocalipsis definitivo. Ahora van a tratar de unir esa aventura con la historia de Thor y Hulk, esa especie de relación virtual que mantienen desde la primera entrega de Los Vengadores, y que consiste básicamente en que se están pegando continuamente, algo que es muy Marvel. Los dos son muy fuertes, tienen esa especie de tirantez entre ellos y ahora por lo visto se van a pegar más.