Se ha convertido en el fenómeno cinematográfico de la temporada. Número uno de taquilla mundial incluida España, donde ya la han visto 1.500.000 espectadores y ha recaudado más de nueve millones. Durante dos fines de semana consecutivos, Bohemian Rhapsody ha sido la reina indiscutible de la taquilla. Un gran triunfo para un filme cuyas expectativas se vieron amenazadas en numerosas ocasiones durante su proceso de preparación, entre otras cosas por culpa del abandono del director Bryan Singer antes de finalizar el rodaje. . ¿Cuáles son las razones de este éxito?

Las canciones

Son el ingrediente fundamental. ¿Cuántos himnos de Queen han quedado incrustados en el imaginario colectivo? Las canciones de Freddie Mercury y su banda han trascendido en el tiempo y no solo se identifican con una época determinada, la década de los 80, sino que han saltado de generación en generación hasta convertirse en la banda sonora de mayores y pequeños. Y todo gracias a sus pegadizas melodías, pero también porque conectan con los miedos y con la necesidad de luchar frente a las injusticias y las adversidades ya desde sus propios títulos. En la película, los responsables son conscientes de que las canciones son las verdaderas protagonistas de la función, por eso adquieren un papel fundamental. No solo se convierten en el hilo conductor de la trama, sino que hay una voluntad específica de poner en el foco su valor a través de los procesos de composición de cada una de ellas, en especial el de Bohemian Rhapsody. Todo el mundo sale tarareando las melodías. La película es un auténtico karaoke.

Freddie Mercury

Por mucho que pueda pesarle a Queen, la figura de Freddie sigue estando por encima de la banda. Su magnetismo y personalidad continúan constituyendo el principal motor de arrastre para buena parte de un público que lo identifica con la encarnación máxima del icono, la leyenda del rock. Está presente, con luces y sombras, en cada uno de los fotogramas y de eso sin duda es responsable el actor que lo encarna, Rami Malek, que se aleja de la caricatura para impregnarse del rotundo carisma que tenía el artista, de su dominio del escenario, su presencia totémica en él y, al mismo tiempo, su fragilidad en la intimidad para bordar un papel por el que puede estar nominado al Oscar.

Una película familiar

Una de las críticas que ha recibido la película es la manera en la que se ha enfocado la vida personal del cantante. Nada de sexo, ni drogas y ni una mención a la enfermedad que le causó la muerte, el sida. Bohemian Rhapsody es light porque está hecha para todos los públicos, para que nadie se sienta ofendido. Y en ese sentido los responsables han demostrado ser muy conscientes del material con el que trabajaban para darle la vuelta, dejar a un lado las miserias y llegar a la conclusión de que aquí hemos venido a pasarlo bien, a disfrutar y cantar.

Traspasa generaciones

Según el diario The Telegraph, la principal razón que sustenta el éxito de la película es que los niños adoran a Queen. La calificación por edades en España ha sido la de No recomendada para menores de 12 años, la franja (de los 12 a los 17) entre la que ha obtenido un éxito más inesperado. Estamos ante uno de los espectros más extensos de público de los últimos tiempos.

Todo un acontecimiento

Todos los años hay una. Una película que genera expectación antes de su estreno y que se convierte en un acontecimiento social. Todo el mundo tiene que verla y su impacto va propagándose a lo largo de las semanas. Dicen que el término lo inventó Steven Spielberg a partir de Tiburón, pero en los últimos tiempos este tipo de sensaciones estaban restringidas a las sagas fantásticas (El señor de los anillos, Harry Potter, Crepúsculo) o a películas de superhéroes (Marvel y compañía). Hacía mucho tiempo que una cinta alejada de esas coordenadas lograba trascender de esa manera. No se trata de un éxito de un solo fin de semana, como ocurre con algunas películas de terror, sino que su eco sigue resonando casi 20 días después de su estreno. ¿Llegará hasta las Navidades?