De manos de Maribel Verdú y Raúl Arévalo, que ya contaban con ese reconocimiento, recibió ayer Gracia Querejeta el premio Florián Rey en la gala de clausura del Festival de La Almunia (Fescila) que se cerró ayer en un acto en el salón Blanco de la localidad presentado por David Marqueta. Silvia Solans e Israel González Trío pusieron la nota musical.

Ya sobre el escenario y con el premio en sus manos, Gracia Querejeta quiso dedicárselo a Antonio Mercero, que fallecía ayer a los 82 años. Gracia, que trabaja como guionista con uno de los hijos de Mercero, recordó como él fue la primera persona que le «trató con respeto en la profesión». Aseguró que cuando se enteró de la noticia le embargó una sensación de «tristeza y ternura» y lo recordó como una gran persona «que ha hecho mucho por la televisión y la narración en nuestro país. Todos deberíamos aprender de él».

La directora de cine agradeció a La Almunia y su festival el reconocimiento. «Estoy enamorada y vinculada ya a este festival», dijo. Valoró también la labor que hace el certamen sobre todo dando protagonismo al guion y el cortometraje: «Es un espacio justo y necesario».

En relación al tema monográfico de esta edición, Educar la mirada, Gracia hizo hincapié en la importancia del cine para la educación, sobre todo, de los más jóvenes. «Cada película tiene un punto de vista y una ética, pero en cualquier caso, el cine es una manera de abrir miradas y tender puentes, como cualquier otro movimiento cultural», explicó. «Lo único que el cine es el que reúne más elementos que facilitan el llegar al público», añadió.

Y es que, este año, bajo el lema Educar la mirada, Fescila ha abordado el poder de enseñanza del cine y su capacidad para transmitir una serie de valores, de sentimientos, de actitudes humanas. Es decir, se ha querido recordar y valorar la función social y cultural de un medio de comunicación que habla al espectador sobre cómo es y le enfrenta a sus miedos, sueños y pasiones. El balance que hace la organización de esta edición es muy positivo: se han vuelto a superar los 3.000 espectadores y se mantiene la tendencia de aumento de público en las proyecciones de cortometrajes y largometrajes, siendo las jornadas de inauguración y de clausura las que atraen un mayor número de personas. «Los vecinos de La Almunia y también de los alrededores conocen cada vez más el festival y son conscientes de la calidad que se ofrece, por ejemplo, en las sesiones de cortos. Un cine que, además, no tiene un circuito comercial y que para verlos tiene que ser en muestras como esta», explicó la directora del festival, Carmen Pemán.