NACIDO EN TABERNES DE VALLDIGNA (VALENCIA), EN 1949

OBRAS CON ´LOS VIEJOS AMIGOS´ HA OBTENIDO EL PREMIO CALAMO DE LOS LECTORES AL MEJOR LIBRO DEL 2003

--Usted ha subrayado el tono pesimista de su novela. Realmente, la cree merecedora de un premio que otorgan los lectores?

--La verdad es que no. Me da un poco de pudor que me hayan concedido un premio, y además poniéndome en la misma mesa que un escritor de tanta calidad como Juan José Saer. No deja de ser raro que un libro sobre la soledad y la desolación convoque a tanta gente para la entrega de un premio, teniendo un tono tan individualista y fúnebre.

--Pero es cierto que su novela ha tenido comentarios muy favorables por parte de la crítica.

--No ha tenido malas críticas, pero en casi todas precisamente lo que se destaca es que tiene un tono muy pesimista. Yo creo que Los viejos amigos es una novela de antiformación, en contra de las historias que tradicionalmente se cuentan, en las que los protagonistas van haciéndose . En mi libro, los personajes y sus relaciones van descomponiéndose en la nada.

--El público también la ha acogido bien.

--Creo que he tenido suerte, y hay un círculo de lectores al que la novela ha gustado. También es verdad que, a la hora de ponerme a escribir, siempre tengo en cuenta a ese público, al que hay que respetar y no defraudar.

--¿De dónde surge su actitud pesimista?

--En este sentido, habría que distinguir entre el espacio privado y el público. Yo puedo tener mis ideas en el ámbito personal, pero en el ámbito público soy muy pesimista, y solamente hay que encender la televisión para comprobarlo.

--¿Es éste el tono actual que encuentra en la sociedad?

--En referencia al título de la novela, Los viejos amigos , todo el código actualmente vigente va en contra de la amistad. La vida se entiende en todo momento como una competición, y para que ahora exista amistad, se tiene que suspender ese código. En estos momentos, desde la escuela a la vida diaria, a la gente se le inculca que para conseguir lo que quieres tienes que luchar en contra de quienes están a tu lado. La colaboración no existe, y todo se centra en sobresalir sobre los demás. Por ello, la amistad se ha convertido en una excepción.

--¿Piensa continuar con esta perspectiva en sus próximas novelas?

--Cada nueva novela que empiezo la escribo en contra de la anterior, y en contra de mí mismo. Con esta actitud, es para quedarme sin público, y sin amigos. Por fortuna, mis lectores son fieles y, por lo visto, también bastante masoquistas.